Capitulo 5: Juego Peligroso

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-Cada día me sorprendes más, así que de niña tonta y mojigata te convertiste en una pervertida amante al sexo, vaya vaya.

-No puedo creer que en este momento sacas a relucir tu estupido ego, justo ahora y para tu información me encanta hacer el amor, es la mejor forma de expresarte, sentir el latido de tu compañero al compás del tuyo igual que las respiraciones unidas, el olor de los cuerpos sudados y llenos de placer y para completar con esa armonía, los gritos de ambos cuando llegan al climax,eso es una de las cosas mejores que hay sin dudarlo.

-Wow pero cuanta cursilería, niña solo quiero que recuerdes lo que te he dicho antes, no te enamores porque yo no soy de andar enamorado y menos de ti, ya lo sabes, eso es lo bueno y otra cosa, niña, hacer el amor es para muñequitos de cartón yo soy un hombre así que yo follo, y te lo voy a demostrar en unos segundos.

Cada palabra que salía de su boca me hería más y más, no se que diablos es lo que estoy haciendo, este cavernícola sin corazón nunca se va a fijar en mi de esa manera, pero no me quiero quedar con las ganas de estar por una vez en sus brazos, quiero sus fluidos mezclados con los míos y los quiero ya, es increíble que aun diciendo lo que dice me encante y me excite tanto, debo tener algún trastorno o la parte de razonamiento del cerebro simplemente se me dañó.

-Si serás idiota como tu crees que me voy a enamorar de ti, si te soy sincera lo único que quiero es comprobar si tanto alarde es cierto, porque como dice el dicho, dime de lo que presumes y te diré de lo que careces.

Sin decir ni una palabra puso en el reproductor de música una canción, se llama tonight de John legend y luego de hacer eso se fue acercando a mi con una mirada intensa no se si llena de deseo o simplemente cólera por lo antes dicho, me tomó por la cintura y de un tirón me puso apretada a su cuerpo, esa acción me erizó completita, este hombre me pone a mil por hora, con la mano que dejó libre me agarro el mentón para que yo lo mirara, por un momento dudé en hacerlo porque si lo miro siento que me desnuda el alma y no quiero que me descubra pero su fuerza es superior a la que yo pude haber hecho, pero lo menos que el quería era mirarme, puso sus carnosos labios sobre los míos, me mordió el labio inferior, es como si leyera mi mente, luego nos besamos muy apasionadamente tanto que nuestras lenguas pareciera que tuvieran una pelea a muerte, nunca antes nadie me había besado de esa manera, es más hasta creo que debe de estar prohibido.

Mientras nos devorábamos él iba tocando mi espalda desnuda, sus dedos expertos me acariciaban despacio hasta llegar a mi culo, allí me agarro un lado y lo apretó, gemí, siguió bajando hasta donde me llegaba el vestido, rápidamente entro sus manos por debajo de el hasta llegar a mis bragitas, les cuento que no duraron nada después de ahí, le dio un tirón hasta que cayeron al suelo.

No se en que momento caminamos hasta llegar a la cama porque sentí como nos íbamos acostando, se separó de mi sin previo aviso, me miro con esos ojos que me tienen loca y sin idea. Sin decir nada me sacó el vestido, tengo que decirlo, es bastante hábil el hombre.

Tan rápido como lo sacó volvió hacia mi, me dio un beso rápido en los labios, luego beso mi cuello, mmmmm que delicia, mordió mi lóbulo izquierdo y prosiguió a chuparlo al mismo compás que tocaba uno de mis pezones, yo ya no aguantaba más tanto placer, en cada pellizco de pezon y en cada mordida de lóbulo sentía que me iba a correr.

-Aún no nena, falta lo mejor.

Lo único que sale de mi boca son gemidos así que no pude reprochar lo que dijo, me limité a seguir sintiendo, ya no eran sus manos expertas ahora era su boca la que acariciaba mis pechos, después de morderlos siguió bajando dando pequeños mordiscos hasta que llego a mi vulva, con el solo hecho de recorrerla por unos segundos con su lengua tan imperativa, no aguante más así que con el gemido más profundo me corrí.

Jugando con fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora