Jugando con fuego

Capitulo 10: El peor dia de mi vida

Divagué por las calles por horas, sin ningún sentido, mis pensamientos solo se repetían con aquella frase, mis ojos no miraban, mis oídos no escuchaban, solo era un cuerpo caminando queriendo borrar aquellas palabras que dolían tanto, con miles de preguntas con una sola respuesta, como mirar esa cara sin que note esta tristeza en el alma? Como le digo que se va a morir? Como hago para soportar ver a la mujer que duró nueve meses conmigo en su vientre y toda una vida  irse lentamente? Esto no es posible, esto no puede estar pasando, esto es una pesadilla, si eso es, en cualquier momento despierto.

Ahora que vuelvo a mi otra vez, me doy cuenta que estoy en un parque y que ya esta a punto de amanecer.

Escucho mi móvil y noto las ochocientas llamadas de todo el mundo, entonces recuerdo todo lo anterior y no puedo mas que llorar y llorar.

Si tal vez no fue muy certero salir así y no tomar ninguna llamada porque deben de estar preocupados por mi pero tienen que entenderme, nunca había pasado por esto porque todos mis familiares están vivos ( no por mucho) si estúpida voz lo se, lo se.

Decido llamar a mi padre para que le diga a Alex que venga por mi, no se donde estoy nunca antes pasé por aquí, oh rayos que creen mi móvil ahora que decido usarlo se apaga, será que el universo está contra mi?

Me paro del banco, salgo del parque busco algún letrero algo que me diga donde estoy o encontrar a alguien para que me ubique, oh cielos esto no me puede estar pasando, como esta amaneciendo no veo mucho movimiento y los vehículos no se quieren parar, ya saben como es aquí, esto es sálvese quien pueda, pues será empezar a caminar hacia algún sentido y ojalá y sea el correcto.

Más perdida no se puede estar, tengo hambre estoy cansada y me duelen los pies y otra vez me encuentro navegando por mis pensamientos mas profundos hasta que puffff.

-Estas loca? No ves por donde caminas o que? Por poco y te mato y tu ni te enteras, deja de meterte esa cosa que eso va acabar con tu vida, tan joven y bonita y esta perdida. Vamos párate de ahí.

Todo me esta dando vueltas, veo a alguien parado delante de mi ofreciéndome una mano pero sigo sin entender hasta que veo que ese mismo alguien empieza a tronar sus dedos frente a mis ojos y escucho toda la peste que esta hablando, que le pasa a este tipo no me conoce y me esta acabando que idiota, será que este mundo esta lleno de estos.

Intento pararme y Auch duele, me toco la frente oh si es aquí el dolor luego veo mi mano y tiene sangre oh cielos me corté para que se ponga mejor mi día que bello.

-Auch primero que nada usted tiene que fijarse por donde va y detenerse cuando hay un peatón cruzando por poco y me mata, loco.

-Ahora yo soy loco, hay que escuchar cosas. Mire no tengo tiempo vamos para llevarla a un hospital, no vaya a ser cosa que por una loca drogadicta me pongan una demanda.

No dije nada porque no tengo ánimos de discutir solo pensé que esta fue la manera en que Dios me quiso ayudar para llegar al hospital así que le dije el nombre del hospital que quería que me llevara y me dijo que obvio que era a ese, es el que esta mas cerca.

El sujeto sin nombre no me quiso dejar entrar sola, dijo que tenía que ver que yo estuviera bien para luego irse y así lo hizo, por desgracia en emergencias estaba una de las enfermeras que acompañaron al doctor hacer los estudios de mi madre y me reconoció.

-Señorita Peretti, su padre esta muy preocupado por usted, a andado el hospital de arriba a bajo buscándola y va a la estación de enfermeras cada dos segundos a ver si alguien de nosotras la a visto, que le paso?

El hombre al lado mío se quedó frío cuando escuchó mi apellido pero no dijo solo me miró y entendí sus disculpas por juzgarme mal supongo, asentí y le di las gracias por traerme y luego se fue.