MI ESPOSO EL CAPITÁN

Capitulo 9

"¡Capitán!"

Una voz fuerte hizo despertar a Caden este se movió de su cama para abrir la puerta de su dormitorio.

Tenía su cabello revuelto, camisón blanco y su pantalón crema.

"Que sucede"

"L-La señorita Ashtton tuvo un accidente"

Caden no era tan estúpido, sabía que esa familia traía algo extraño y por eso metió un informante a la mansión para supervisar qué las cosas fueran al pie de la letra.

"¿Quien lo hizo?"

"S-Su tía"

No hubo minutos para decirle a su madre porque salía tan tarde, simplemente cogio uno de sus caballos con un par de sus hombres para llegar lo antes posible a la mansión.

Cuando se encontraron enfrente de las rejas ya tenía comprado al guardia y este los dejo entrar.

Se bajaron de los caballos con sus armas de fuego y corrieron hasta las puertas de entrada.

Caden rompió la puerta con una de sus piernas y a lo lejos vio que Josephie estaba tirada al final de las escaleras intentando respirar.

Tomo el cuello de uno de sus hombres con bastante molestia.

"Llamen al mejor doctor de la ciudad, lo quiero aquí y ahora"

Caden fue de inmediato a verla, aquella se asustó cuando presenciaron los ojos de su capitán pero se sentía segura.

Las luces de las habitaciones de la segunda planta anunciaron qué varias personas de la mansión estaban despiertas.

Caden observó la situación pasando sus manos por las mejillas de Josephie y se dio cuenta de su columna, debía corregirla si esta quería vivir.

"H-Hazlo"

Josephie con fuerza tomo las manos de su prometido como si le confiera todo su cuerpo y este sintió calor.

Paso sus manos suavemente por el cuerpo de Josephie, tan despacio como si la estuviera adorando llego a la parte donde la columna estaba dislocada.

Caden arrancó un poco del vestido de Josephie y lo dobló para ponerlo en su boca.

"Va a doler, mon chéri"

Josephie ya no podía contener sus lágrimas pero de igual manera le pidió que siguiera adelante, con el esfuerzo del mundo apretó la parte salida, escucho las quejas de su prometida pero un crujido fuerte y el grito se Josephie se combinaron.

Caden la sujeto para ponerla contra el, la chica no paraba de llorar, todo su cuerpo temblada, el la beso en su frente y en sus ojos llorosos.

La calmaba con susurros "Ya paso" y la acariciaba para intentar contener su dolor pero sabía que era imposible y él se moría porque ella no pasar por eso.

El padre de Josephie fue le primero en correr por las escaleras, le siguió el primero Kallias y finalmente su tía Serina.

Todos sorprendidos de ver a Caden sosteniendo con delicadeza a Josephie qué ya no lloraba tan fuerte.

"Quiero la boda lo más pronto"

Sus palabras casi como rugidos, se notaba lo molesto que estaba y no la quería ver más en esa mansión. Los odiaba a todos y quería ser el único que estuviera para ella.

Una sirvienta le mostró la habitación de Josephie pero antes de ponerla en la cama esta se aferro contra el, no tuvo que insistir tsnto, Caden se metió en la cama acorrucado contra ella.

El doctor no tardo en llegar para ponerle una inyección qué parara el dolor, la reviso unos cuantos minutos y gracias al Capitán ella se encontraba en perfecto estado.
Si hubiera tardado en removerle la fractura quizás ella no hubiera podido caminar después.

Antes de que Josephie cerrará los ojos, Caden la beso de nuevo en su frente y finalmente se desvaneció.

El doctor le dejo medicina y pidió que no se moviera de la cama durante una semana. Después vendría a volver a ver a su paciente y revisar su condición.

Caden cerro la puerta de la habitación agradeciéndole y dándole su propina extra pero este no lo dejo.

"Se ve que la ama mucho"

"Lo sufiente para correr por ella cada que me necesite"

"Tengan un feliz matrimonio"

"Gracias Doctor"

El anciano se fue feliz de ver a una pareja tan enamorada pero Josephie no sentía nada por Caden en cambio el daría su vida para pasar por todo su dolor.

Cuando fue a la sala principal a contarle a su familia su estado el único preocupado era su padre.

"Almenos finjan qué la quieren"

Caden estaba apuntó de romperle el cuello a esa señora que tenia una mirada insolente.

"Pondré 3 sirvientas nuevas a mi prometida"

"No puede hacer eso"

Dijo serina qué estaba de pie abrumada.

"Hago lo que se me da la gana porque es mi prometida"

Caden se movió sigiloso hasta donde la vieja se encontraba y la miro impotente.

"No queríamos más heridos ¿cierto?"

La señora de inmediato se volvió a sentar mirando a otra parte.

"Gracias por venir, capitán"

"Es mi deber como futuro esposo"

La noche había sido lo sufiente larga, Caden se despidió con una nota pidiéndole qué se recupere pronto y dejándole un par de besos en las manos delicadas de Josephie.

Cuando regreso a su mansión le dio las gracias a sus cabos y se despidió para irse a dormir.

Pero antes su madre lo estaba esperando en su dormitorio bastante preocupada.

"¿Adonde fuiste?"

Lo menos que deseaba Caden era una inspección o un formulario de preguntas que vendría de su madre pero aun así no suspiro y le contesto.

"Un lugar"

Se sentó sobre la cama quitándose la botas negras llenas de barro, dejándolas a un lado sintiendo la fría mirada de la mujer que se encontraba aún en la habitación.

"Debió ser importate ya qué te fuiste sin decir nada"

"Fue importante"

"Hablamos de una mujer"

Caden suspiro y eso respondió la pregunta de su madre. Se movió para abrazarla, dándome una media sonrisa bajando su incómodidad.

"Hablemos en la mañana con los demás"

"¿Debo esperar algo malo?"

"No"

Y con esto la mujer de cabello negro, un poco de arrugas, con una bata blanca llena de piedras brillantes se fue.