Tolerate It | Joe Burrow

i notice everything

Joe me lleva un par de años de edad, cinco para ser mas especifica, mi educación al crecer fue lo suficientemente buena para que yo entre a la universidad antes, cuando lo conocí yo tenía 19 y él 24.

A una semana de celebrar la navidad, finalmente cumplo 24. Y veo en retrospectiva, me imagino a mi saliendo con alguien de 19 y no logro ver la forma en la que eso pueda funcionar.

Tal vez le gustó la manera en la que yo lo adoraba, por que eso fue lo que sentí al verlo por primera vez, adoración. Adoraba todo en él, su liderazgo en el equipo, la amabilidad con sus fans, su atractivo. Era apenas una adolescente entrando en la adultez, era obvio que iba a quedar fascinada con su belleza, tan solo dos años antes leía fanfics con mis artistas favoritos, estaba en una etapa donde todo se sentía mágico y especial, y es como me hizo sentir él.

Creí que todo estaba tomando su curso, pero solo estaba viendo lo que él me mostraba, la vida real era distinta y me pasa factura en la actualidad. Nunca imagine que tenia que cumplir 24 para entender que me faltó vivir más experiencias antes de decidir trazar mi camino junto a una persona.

Era mi primera relación, la que me enseñó muchas cosas, y en la que tuve que hacer muchos sacrificios. Por eso mis padres se escandalizaron cuando yo preferí irme con él y dejar todo, tenían razón.

Mi lema es no arrepentirme de mis decisiones, y soy fiel a ella.

Así que cuando esta mañana decidí subir a mi auto y seguir a Joe sabía que no habría marcha atrás. Él había decidido por ambos meses atrás, que yo lo descubriera era la gota para que todo se termine.

Pero mi sorpresa fue más grande cuando el camino me dirigió a la casa de sus padres. ¿Ellos estaban al tanto de todo lo que ocurría?

La respuesta apareció cuando la puerta principal fue abierta por ella. La vi besarlo como yo lo hacia, lo abraza como yo lo hacia, lo ama como yo lo hago, lo tiene a su lado y él no la detiene.

Arrastrándome de vuelta a casa, cada paso hacia la puerta parece más pesado. Al entrar, el hogar que una vez compartimos me golpea con una avalancha de recuerdos felices, haciendo que mi corazón se rompa aún más.

En mi vida no he tomado más de una copa de vino, pero tengo tantas ganas de olvidarme por un rato de todo este día que tomo la botella y empiezo a beber de ella.

La sala está plagada de retratos de nosotros, sonrisas congeladas en el tiempo. Cada foto es una daga en mi corazón, recordándome el amor que una vez sentí y que ahora se desmorona ante mis ojos. 

Camino hacia el patio trasero e intento prender la fogata pero no logro hacerlo. Ya voy por la segunda botella de vino y el cielo comienza a oscurecer, mis cinco sentidos ya no están alertas, pero aun sigo batallando con la fogata para encenderla, soy fiel a lo que quiero hacer.

No sentí cuando llegó, esta parado frente a mi observando lo que hago, ve la botella de vino vacía y la segunda por la mitad, ve mi rostro húmedo de tanto llorar, ve nuestras fotos regadas en el suelo y se agacha a agarrar una. Es la que nos sacamos el día que cumplí 21, ese día me había pedido matrimonio con unos anillos de papel, me hizo sentir la persona más afortunada del mundo.

Después de un esfuerzo titánico, el fuego finalmente se enciende. Me levanto, tambaleándome, y me acerco a Joe con una determinación quebrada. El crepitar de las llamas refleja el desmoronamiento de mi corazón mientras le arrebato la foto con una mezcla de furia y tristeza.

—Feliz cumpleaños para mi cariño...—le dije cuando arroje la foto al fuego.

Eligió el día de mi cumpleaños para pedirme matrimonio y para confirmarme que estaba engañándome con su persona especial de Ohio.