La post temporada estaba iniciando, los Bengals no habían logrado llegar a la ronda de comodines y la lesión en la muñeca de Joe generaban más tensión.Y esa tensión sólo nos afectaba a ambos.
En los último meses nuestra relación a sufrido cambios, nunca discutíamos, ahora solo sabemos gritar el uno al otro cuando todo se nos sale de la manos, aunque frente al ojo público y nuestras familias pretendemos que todo estaba bien, detrás de la cortina nuestro hogar arde en llamas.
Hago un esfuerzo consciente por entender su malhumor, buscando en sus ojos la frustración de un atleta incapaz de ayudar a su equipo. Sin embargo, el rastro de sus palabras cortantes y el silencio prolongado entre nosotros me dicen que esta crisis está empezando a tomar un peaje más profundo en nuestra relación.
Aunque a veces quisiera hacerme creer a mi misma que su actitud hacia nuestra relación ha cambiado por todo lo que está pasando, su notorio distanciamiento viene sucediendo desde el inicio de la temporada.
Me despierto antes que él cada mañana, el sonido del despertador me arrastra a la realidad antes de que Joe se mueva. Mientras preparo mi té en la cocina, el silencio de la casa es un recordatorio constante de cuánto ha cambiado todo. Recuerdo las mañanas en las que solíamos reír juntos antes de que la temporada de fútbol nos consumiera. Ahora, el aroma del té es mi único consuelo.
Nos conocimos en la universidad, él apenas transferido a LSU y yo terminando mi carrera. Nick, un amigo de ambos, nos presentó. Ahí supe que Joe tenía a alguien especial en Ohio, y por alguien me refiero a que a él le gustaba una chica, por lo que Nick me dijo en ese momento fue que ella no le hacia caso y que todo era solo un crush de parte de Joe.
Y elegí creer.
Todo parecía un cuento, fueron los mejores años para los dos, el ganando todo el respeto de la liga y de sus más grandes héroes del deporte que ama y yo admirándolo. Así que cuando fue elegido en el Draft por los bengals tuve que tomar una decisión, deje mi carrera prometedora en New York y me mude con él a Cincinnati. Cuando Joe intentó persuadirme para que permaneciera en Nueva York, sus argumentos se perdieron en el eco de mi propio deseo. La visión de su cara, llena de preocupación y amor, se convirtió en la única brújula que necesitaba. No me importaban las oportunidades profesionales; mi corazón se había decidido, y era a él a quien quería seguir.
Ahora, unos años después viendo el panorama, me decepciono de mi versión del pasado, se dejó cegar por un amor que parece no tener futuro.
Joe comienza a moverse entre las sábanas y esa es mi señal para irme a la cocina, no podría tolerar la mañana sin al menos una taza de té en mi sistema.
Y la rutina para ambos comienza...
El sale a correr, yo voy al gimnasio.
El vuelve a casa y usa el baño del cuarto de invitados, yo uso el de la habitación principal.
El desayuna en la mesa del patio leyendo el diario, yo desayuno en la mesa del comedor.
El se va en su auto por horas, yo me quedo en casa esperando a que regrese.
El deja su ropa sucia en la lavandería, yo la pongo a lavar y vuelvo a sentir el perfume a lavanda en su ropa.
Cada vez que Joe se aleja más, siento que estoy intentando sujetarme a una cuerda floja. Mi desesperación por mantenernos unidos choca contra la realidad de que esa cuerda se está deshilachando, y cada día se hace más difícil sostenerme.
A pesar de las discusiones interminables y los silencios dolorosos, intento recordarme a mí misma que todo esto es parte de una etapa difícil. Las palabras que a menudo repito para consolarme—'Las relaciones pasan por pruebas, y Joe es el amor de mi vida'—resuenan como un mantra, tratando de aferrarme a una esperanza que parece desvanecerse.
Y también se que esta mentira me la digo a mi misma para mantenerme en pie.
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Tolerate It | Joe Burrow
Fiksi PenggemarDonde Ally se cansa de tolerar la indiferencia de Joe. (Historia Corta) PROHIBIDA LA COPIA Y/O ADAPTACIÓN PARCIAL O COMPLETA DE ESTA OBRA.