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Los dos despertaron al día siguiente y se dieron cuenta que la lluvia aún estaba muy fuerte. Afuera solo se podía ver caer el agua fuertemente y los árboles se movían con fuerza a causa del viento.

Win estaba acomodando la cama y Bright roceaba neutralizador de olores para que el cuarto dejara de oler a sus aromas mezclados.

Se acabó el bote pero sus olores seguían aún en la habitación de forma tenue. Podía olerse que alguien había tenido sexo en el lugar y si los padres de Win entraban o alguno de sus hermanos, sabrían de quién se trataba.

Esperaban que al menos hasta que la tormenta diera fin, sus olores se fueran y no quedara rastro. Decidieron que debían desayunar y Bright se ofreció a hacer el desayuno, no era bueno en ello pero haría su mejor esfuerzo y trataría de no quemar la cocina.

Ahí estaba el omega un poco tímido sentado mientras esperaba a que el alfa terminara de preparar la comida cuando recibió una llamada. Era su padre.

—¿Bueno?— Atendió el teléfono mordiendose la uña del dedo pulgar.

"Cariño, la tormenta empeoró, nos iremos hasta que se pueda manejar, prepara algo de comer, te amamos, adiós". Su papá ni siquiera le había dejado decir algo más porque ya le había colgado.

Si hubiese sido su padre omega, seguro tardaría una hora hablando con él.

—Ya está el desayuno.— Bright apareció con dos platos y luego se fue a la cocina para regresar con dos vasos de jugo de naranja.

—¿Les dijiste a tus padres que no llegarías?— Preguntó el omega tomando un cubierto para empezar a comer el huevo con jamón que había hecho el alfa.

No era una comida de lujo pero al menos se había esforzado por hacer algo para que no murieran de hambre.

—Les mandé mensaje anoche diciendo que estaría en casa de un amigo y me dijeron que estaba bien.

Claro, ahora Win recordaba que no eran nada. Ni siquiera eran amigos y por obvias razones el alfa no le diría a sus padres "Papá, no iré a casa porque estaré follando a un omega que no es mi novio".

Dejó el cubierto a un lado de su plato al sentir un amargo sabor en la boca, Bright lo vio raro.

—¿No te gustó la comida?— Le preguntó.

—Bright, lo que pasó anoche fue algo que no debió pasar, pero lamentablemente no se puede regresar el tiempo para evitarlo.— El omega agachó la mirada porque tenía vergüenza de ver a los ojos al alfa.

—Pero ambos quisimos y está bien, no pasa nada y no vayas a culparte o culparme.— La voz calmada del mayor tranquilizó un poco al otro. —Mejor no pensemos en eso y disfrutemos de la comida, ¿si?

Bueno, eso había sido un poco raro para el omega porque el alfa siempre era una persona que decía muchas bromas o cosas sin sentido, aún en los momentos serios, pero ésta vez había sido diferente.

Le sorprendía que desde ayer pareciera que no era el mismo alfa que había conocido, ese que lo acosó.

Comieron sin mencionar más ese tema para no sentirse incómodos y luego de terminar el desayuno, Win lavó los platos y Bright limpió la mesa.

Luego de dos horas de estar platicando cosas triviales, la lluvia comenzó a bajar. Bright tomó sus cosas y su chaqueta para irse antes de que la familia de omega llegase.

El celo de ambos ya no había hecho presencia y se sentían bien, como si no hubieran entrado en calor el día anterior.

—Bueno, es hora de que me vaya.— Bright estaba en la puerta, no quería irse y dejar solo ahí a Win pero no podía quedarse.

Olor a Marihuana [BrightWin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora