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Inntouch estaba sentado frente a su amigo quien comía helado como si su vida dependiera de ello. Se suponía que había traído ese helado para él, no para el alfa que tenía la boca embarrada de chocolate.

—¿Y que era lo que tenías que decirme?— Le preguntó el alfa recogiendo un pedazo de helado que cayó sobre el sofá.

Un largo suspiro salió de los pequeños labios del omega y este, por un momento deseo no haber traído ese helado.

—Khaotung y First salieron en una cita.— Dijo viendo atentamente como su amigo abria los ojos sorprendido y casi se atragantaba con el helado.

—¿¡Qué!? ¿Ellos dos?— De pronto los ojos del alfa se llenaron de lágrimas que comenzaban a salir de sus ojos. —Hasta Khaotung tiene pareja y yo no.

Inntouch alcanzó a agarrar la cuchara que su amigo intento botar al suelo cuándo comenzó a hacer su berrinche.

—Muy maduro de tu parte. Deberías alegrarte que al fin Khaotung se está dando una oportunidad en el amor.— El omega rodó los ojos y cuando menos lo sintió, alguien le estaba olisqueando el cabello.

Chilló asustado sosteniéndose de Bright quien hasta ese momento, tenía los ojos rojos de estar llorando.

—¿Eres el nuevo omega de mi hermano? Hueles muy dulce, mmh.— Fort se cruzó de brazos pensativo y tomó asiento en el sillón que estaba frente a ellos dos.

—N-no, solo soy su amigo.— Inntouch aún seguía un poco asustado y su amigo no hacía nada para ayudarlo más que seguir comiendo del helado.

Alfa bobo. Pensó.

—Eres muy bonito. Mi hermano está horrible y no sé cómo es que consigue a los omegas más bonitos.— El alfa menor se cruzó se brazos chasqueando la lengua. —Yo soy más guapo que él y nadie me hace caso.

—Y menos te harán caso si acosas a las personas, ¿nadie en esta casa puede ser normal?— Susurró el tierno omega.

Se giró para ver a su amigo con una mueca en el rostro.

Le daba un poco de pena que su amigo sufriera por un omega que no lo sabia valorar. Tal vez era un alfa tonto, algo acosador, era un flojo de primera y odiaba hablar más de lo necesario pero te hacía reír y eso le daba muchos puntos.

—Bright, basta. Mejor salgamos y si quieres puedo presentarte a un amigo mío, iré a una fiesta mañana con mi novio y es un buen momento para que te distraigas un poco.

—¿Tengo que bañarme?— Preguntó el alfa.

—Por supuesto que sí.— Le dijo el omega.

—Entonces no, gracias.— El chico dejó el bote de helado en el suelo limpiándose la boca con la mano y después la limpió en el sofá.

—No fue una pregunta, Vachirawit.— Demandó su amigo dándole unas palmaditas en la espalda. —Además, la fiesta es de Mew y Gulf, están festejando su noviazgo.

—¿Qué necesidad hay de hacer una fiesta para festejar eso? No es la gran cosa.— Se encogió de hombros viendo a su madre entrar. —Le pediré permiso a mi mamá pero la verdad no creo que me deje ir, sería una pena.

—¿No dejarte ir a dónde, amor?— El señor Apo le dio una cálida sonrisa al amigo de su hijo y luego dirigió la vista a su cachorro.

—Señor, estoy invitando a su hijo a una fiesta el día de mañana, ¿Le da permiso?— Respondió el omega menor.

—¡Pero claro que sí! Vayan y diviértanse.— El omega dejó un beso en la frente de su hijo y luego con la mirada llamó a su otro hijo que había dejado de jugar con su celular para prestar atención a la plática ajena.

Olor a Marihuana [BrightWin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora