Félix estaba completamente confundido mientras escuchaba cada palabra del anciano. Con una mano en su sudadera, apretaba fuertemente el collar.
—Aun así… ¿Podemos hacer algo?. —Preguntó Félix, suspirando. Se acercó a cada uno para darles comida en la boca nuevamente. —Tengo algunas preguntas, pero me es difícil explicarlas... —Al terminar su comentario, suspiró y llevó su mano hacia la celda, apretando el metal fuertemente. —¿Es posible romperlo?
—Sí, tienes la sangre del fénix en tu cuerpo. —Dijo la madre de Diana, acomodándose mejor y esbozando una pequeña sonrisa. —Ven, acércate. Quiero que hagas algo.
—¿Hacer qué?. —Félix no lo pensó dos veces y se acercó, observando cómo sus brazos estaban encadenados arriba. La reina señaló sus manos con el rostro, indicando que sostuviera las cadenas. Félix, confundido, se encogió de hombros. —¿Qué haré?
—Concentra tu energía en tus palmas. —Inhaló profundamente la reina antes de exhalar.
Félix imitó su respiración, y al concentrarse, comenzó a quemar y derretir un poco las cadenas. —¿En verdad hice eso?, ¿Dónde aprendió esto?
—Han lo hacía mucho antes. —Comentó la reina con honestidad.
—¿Mi abuelo?. —Félix, sorprendido, quemó la cadena liberando completamente a la reina. —¿Lo conoces?
—Aunque no lo creas, la reina y él salían en su juventud. —Interrumpió Amón en la conversación.
—¿Y adónde iban?. —La inocencia del niño se reflejaba en su curiosidad mientras intentaba liberar al anciano de las cadenas.
—¿Qué edad tienes, joven?. —Preguntó el anciano, un poco curioso.
—Doce años. —Respondió Félix.
—¿Doce?, ¡Genial!, Entonces ya es hora. —Exclamó Amón con emoción.
—¿De qué, señor?. —Félix tenía mucha curiosidad.
Aunque era muy difícil liberar al anciano de las cadenas, Félix no se rindió fácilmente. Recordando que su abuelo podía hacerlo, se esforzó aún más, sus mejillas enrojecidas por el esfuerzo. Cayó rendido, pero volvió a levantarse y finalmente logró quemar y romper las cadenas.
—Mañana es la pelea. ¿No tienes miedo?. —Preguntó la reina mientras frotaba sus manos lastimadas.
—Sí, pero estos tres meses… —Félix hizo una pausa para mirar a la mujer y luego añadió. —Me hicieron comprender con qué clase de personas estoy. Darek puede ser estricto, pero ese carácter ayudó a forjar lo que realmente es.
Acomodó una piedra a su lado y comenzó a contar sobre sus lazos con esas personas.
—Vanessa es mi hermana. No sé mucho de ella, pero junto a mi abuelo me ayudaron a ser quien soy. —Dejó escapar un profundo suspiro y colocó otra piedra. —Liam y Brooklyn, apenas los conocí, pero créanme, son personas realmente fuertes que pueden con todo. Pero se necesitan el uno al otro para avanzar. —Colocó dos piedras más. —Diana y Alexis. Me ayudaron mucho. Cuando supe que tenía un hermano tras la muerte de mi abuelo, creí que iba a estar solo nuevamente… pero…
—¿Pero? —interrogó la reina, queriendo saber más.
—No lo estoy. Tenía mucho miedo de estar solo cuando supe que mi hermana se fue lejos y no tenía a nadie con quien quedarme… Ahora que Diana y Alexis aparecieron, todo cambió. —Una sonrisa grande y completamente inocente apareció en los labios de Félix.
La reja se rompió estrepitosamente, haciendo que Félix se asustara por el estruendo del metal. El hombre que había salvado a Félix, tras ser golpeado, se quitó la túnica oscura, revelando su rostro. Era el mismo sujeto corpulento que estaba con el anciano, Alexis y Darek en la prisión.
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Stray Kids II: Limitless
FantasíaHistoria: 50% -Historia En Emisión- **** Saga I - Parte II "Un pensamiento positivo por la mañana, puede cambiarte el día por completo" Debut: 17/10/2023 Final: Fecha Desconocida ***** Carta II: Dicen que la gente elige su destino, ¿Será eso cierto...