Capítulo 15: Última oportunidad [Parte I]

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Mientras todos se reunían alrededor de una fogata, suspiraban bajo el cielo nocturno, observando la luna salir a lo lejos sobre el mar. Alexis, algo confundido, tomó la mano derecha de su hermano para examinar la marca del fénix entre los vendajes.

—¿Por qué ocultas la marca de nacimiento?. —Preguntó Alexis con curiosidad.

Félix mordió sus labios, una sombra de nostalgia cruzando su mente. —Mi abuelo me dijo que la cubriera.

—¿Por qué?. —Insistió Alexis. —¿No te enorgullece saber de dónde vienes?

—No del todo. —Respondió Félix con honestidad.

—¿Hay alguna razón?. —Alexis, persistente, quería saber más.

Félix suspiró profundamente, fijando la mirada en las llamas. Quería hablar, pero un miedo interior lo frenaba, dejándolo vacío por dentro. El crujir de las ramas rompió el silencio.

—¿Estás bien?. —Preguntó Vanessa, notando la preocupación en el rostro de Félix. —¿Algo te preocupa?

—Nada en especial. —Susurró Félix, suspirando de nuevo.

—Sí, lo hay. ¿Verdad?. —Dijo Diana detrás de él.

Al escuchar la pregunta de Diana, Félix suspiró de nuevo, se levantó y se alejó del lugar, con las manos en los bolsillos de su sudadera negra. Se internó en el bosque, lleno de preocupación y confusión, alejándose del grupo.

***

—¡Solo estorbo aquí!. —Gritó Félix, apretando con fuerza su puño derecho antes de golpear un árbol, dejando su marca en la corteza. —¡Rayos! Esto apesta.

—¿Puedo ayudarte?. —Una voz aterradora surgió entre pequeñas risas.

Al escuchar la voz, Félix llevó su mano al corazón, sintiendo un dolor agudo que lo hizo retroceder. —¿Qué es lo que quieres?

—A ti. —Respondió la voz.

—¿A mí?, No creo que sea posible. —Dijo Félix, esbozando una sonrisa mientras miraba un árbol enorme.

Cerrando los ojos lentamente, Félix comenzó a caminar hacia adelante con su mano derecha extendida, acercándose a una jaula roja y enorme. Una vez más, parecía estar dentro de su mente. Intentaba ver más allá de la oscura jaula, pero solo percibía una sombra negra con ojos amarillos que se movían como llamas.

—Lo sé. —Continuó la voz aterradora. —Quieres venganza por lo de tu abuelo, ¿Verdad?. —La voz soltó una pequeña risa mientras se acercaba al niño. —Puedes atacarlo... Solo, sácame de aquí y te ayudaré con tu venganza.

—¿Cómo sabes tantas cosas?. —Félix interrogó, estirando su mano hacia la cerradura de la jaula. —Solo responde, ¿esto es completamente seguro?

—Desde luego, pequeño. —Una sombra con forma de ave gigante se colocó frente al niño, mirándolo fijamente. —Te ayudaré en todo.

—Bien. Quiero que me ayudes a detener la guerra entre los dos reinos. —Dijo Félix, extendiendo su mano derecha hasta llegar a la cerradura de la jaula. —León y Fénix... Quiero que se detengan hoy.

Cuando estaba a punto de girar la llave con forma de ave, Félix sintió una calidez en su mano. El niño movió la cabeza y volvió a estar consciente, tocando el enorme árbol frente a él.

—En el corazón de la oscuridad yace una bestia, rugiendo con sed de venganza y dolor. —Comentó Alexis, tomando lentamente la mano de Félix para apartarlo de la jaula imaginaria, mirándolo fijamente.

Stray Kids II: LimitlessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora