Capítulo 4 - Futuros planes

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Ambos contrincantes desaparecieron del campo de batalla dejando como única pista un enorme cráter en el suelo en donde antes estaban, para que se empezaran a escuchar los choques de sus puños en los aires, en todas direcciones, tanta era su velocidad que eran básicamente imperceptibles a la vista de cualquier guerrero Z que estuviera consciente para ese momento.

Aunque no podían ver nada, gracias al poder que ambos seres desprendían incontrolablemente podrían suponer que el que estaba saliendo victorioso era Ymindrov, quien le llevaba por poco la ventaja a Cell, el cual a causa de usar un Kaio-Ken más avanzado que lo que él dominaba le estaba cobrando serias facturas a su cuerpo.

Esto le era contraproducente en la situación en donde se encontraba, puesto que no podía simplemente regenerarse y ya está, ya que ni un respiro podía tener contra un Saiyajín del calibre de Ymindrov.

El guerrero híbrido insertó su puño en el estómago de Cell, provocando que este se quedara paralizado por unos instantes, perdiendo su Kaio-Ken tanto por el desgaste como por el dolor; seguido de esto, recibió un puñetazo directo en el rostro el cual lo mandó a comer polvo, quedándose en donde estaba antes la arena de combate.

Poco a poco el híbrido iba descendiendo de los aires postrándose delante de Cell con una sonrisa de confianza en su rostro, tanto así que desactivó su Kaio-Ken para observar fijamente como Cell empezaba a expulsar de su boca a la androide que en un futuro sería la esposa de Krillin.

Tras ser expulsada, Cell se vio obligado a regresar a su segunda forma, aún teniendo dentro de sí al androide número 18, el cual Ymindrov tenía en mente expulsar del cuerpo del Bio-Androide de la misma manera que lo hizo con la pelirrubia.

Conociendo Cell la situación en la que se encontraba, no tuvo más opción que iniciar su proceso de autodestrucción con el objetivo de llevarse toda la Tierra consigo y no dejar huella alguna tanto de su existencia como de la existencia de aquellos guerreros.

Esto tomó completamente desprevenido al prodigioso Saiyajín, quien pensaba que sería lo bastante rápido como para evitar que Cell se autodestruyera, sin embargo, tal cual y como pasó en la serie original, Goku usando su teletransportación se postró delante de Cell planeando usar su técnica para llevarse a la amenaza fuera del planeta y evitar que este fuera destruido.

En todo caso, Ymindrov se apresuró a la posición de Goku con una esfera de energía comprimida en la palma de su mano, diciéndole al Son:

Cuando te vayas a donde sea que tienes planeado llevar a Cell, asegúrate de destruirlo por completo — Fueron estas las palabras del híbrido otorgándole aquella poderosa esfera de energía a Goku, quien la tomó sonriente para asentirle al chico, así usando su técnica llegando al planeta de Kaio-Sama.

Tras la repentina aparición de Goku con Cell en su planeta, Kaio-Sama solo pudo quedar en blanco, para que así Goku le saludara, seguido de impactar aquella esfera en Cell, provocando una explosión de magnitudes estelares, llevándose consigo todo el planeta a su paso.

Ante tal acción por parte de Goku, Ymindrov solo pudo cerrar los ojos, agradeciéndole a Goku todo lo que había hecho por él hasta ese momento de su muerte. Sabía que eso tenía que pasar para que la historia se desarrollara como se tenía planeado, pero vivirlo, aún más y cuando aquel ser había sido tan bueno y amable con un Saiyajín desconocido como él era algo completamente fuera de su imaginación.

Pero en fin, tenía muchos planes, y ahora que Cell estaba totalmente muerto podría meditar en qué más hacer luego de esos planes; ahora la Tierra iba a estar en paz por siete años hasta el regreso de Goku por un día a la Tierra, lo que se supone sería tiempo más que suficiente para empezar con sus planes.

El Saiyajin Prodigio - Yo en Dragon BallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora