𝘖𝘭𝘰𝘳 𝘢 𝘓𝘢𝘷𝘢𝘯𝘥𝘢 [Lumity Fanfic]

-Capítulo 8

¡Hola! Vengo a dejar una playlist la cual recomiendo escuchar conforme las canciones se vayan nombrando.

De igual forma, las canciones se irán agregando conforme vaya subiendo más capítulos para no dar ningún spoiler.🫶🏽

https://open.spotify.com/playlist/1pfQnXExuy8EoXWxuQwdXX?si=cwoYAPJWSQmCTD7m031kLw&pi=u-8_pFZ-w6RDeh

¡Disfruten!

El día de hoy era viernes treinta de octubre, y cada segundo que se acercaba al sábado había sido cada vez más lento y excitante. El tocadiscos no había dejado de reproducir "Halloween" de Siouxsie And The Banshees por el transcurso de estos días. Me emocionaba tan solo en pensar que vería a cada uno de mis amigos con algún disfraz que refleje parte de su personalidad.

Pero sobre todo, las manos me picaban en nerviosismo al saber que bailaría por primera vez en frente de muchas personas. Nunca lo había hecho, y bastante miedo le tenía al ridículo, incluso pese a que Emira me dijo que para lograr algo, el inicio de todo es perderle el miedo a la pena propia.

El sonido estridente de mi puerta me había hecho voltear hacia la misma. Edric estaba en el borde de madera cruzando sus piernas y brazos mirándome con una mueca que realmente me costaba entenderle —Llevas casi todo el día escuchando esa canción —se quejó—, Desde ayer, de hecho. —yo simplemente me había sonrojado por la vergonzosa razón.

—Perdón —atiné a decirle sin mirarle al rostro, el cual sabía que ya tenía una sonrisa—, Quizá solo es para ambientar estas fechas —ambos reímos y él pasó hacia mi cuarto, cerrando la puerta. Quité la aguja del tocadiscos, y cuando estaba por guardar al vinilo en su respectiva funda, mi hermano se adelantó y dijo: —Me gusta más la canción que va antes —para posteriormente tomar la aguja de nuevo y ponerla en la canción correspondiente.

Arabian Knights. De mis canciones favoritas.

Me hice a un lado en la cama para permitirle espacio a mi hermano y crucé mis piernas, mientras él evitaba subir sus pies aún con zapatos a la cama.

—Te veo muy feliz con tu nueva amiga —él soltó de forma desprevenida y yo de inmediato volteé a ver hacia mi ventana, fingiendo quedarme viendo al brillo de la luna —¿Por qué no me hablas de ella, Mittens? —sabía por el tono de su voz que estaba sonriendo. Me levanté, luego me recargué en la ventana y suspiré.

—Pues... Ella es una persona demasiado genial; no sabes cuánto le agradezco que hayamos entablado una amistad —reí por lo bajo con dulzura—. La aprecio muchísimo; tampoco tienes idea de lo feliz que me siento ahora, y más si lo comparo con días pasados. Me atrevería a decir que incluso con mi vida. —resoplé con melancolía y troné los dedos de mis manos.

—Y tú, ¿Ya hiciste amigos nuevos? —le pregunté carraspeando, como si eso alejase aquel sentimiento que nacía poco a poco dentro mí —Oh, de hecho sí —respondió con felicidad y yo sonreí junto a él —. Se llama Jerbo, y está en la facultad de ingeniería —y mientras él hablaba sobre su amigo, yo me quedé pensando en aquel nombre que tanto eco me hizo en la mente.