𝘖𝘭𝘰𝘳 𝘢 𝘓𝘢𝘷𝘢𝘯𝘥𝘢 [Lumity Fanfic]

-Capítulo 9

¡Hola! Solo vengo a aconsejar que escuchen las canciones de este capítulo porque es demasiado especial.

Les juro que no se arrepentirán.🫶🏽

Sin más que decir, ¡Disfruten!

Mientras dibujaba, sentía que mis manos temblaban como si fuesen unas piernas sin equilibrio. Nunca olvidaría aquel color en sus mejillas cuando las nubes blancas se pintaban de colores rojizos como si fuesen una acuarela. Me era imposible dejar de pensar en ayer. Aquel que fue el más hermoso que ha pasado por mi vida.

Ahora sabe que la amo, así como yo sé que ella me ama tanto como yo lo hago.

Mi cuerpo no se sentía preparado para explotar en limerencia y enfermarme de esta a causa del sentimiento dulzón de sus manos en las mías, en mi cintura y en mi rostro.

Mi bloc de dibujo estaba lleno de ojos dorados pintados con colores, cabellos castaños hechos de acuarelas y manos dibujadas tan solo de grafito. Era Amity, y solo Amity quien llenaba cada espacio de mi mente, mi arte y mi deseo.

Pero había algo que mis pensamientos no dejaban de reclamar, y eso era el no haberle dado un beso.

¿Qué tan malo era?

No tenía idea de cuál podría haber sido su reacción tras darle un beso en aquellos labios que tanto tiempo me habían hecho pesar de deseo. Lo que menos anhelaba era incomodarle y que yo le pareciera algo raro.

No me había percatado de que tenía un buen rato sonriéndole al lienzo de papel pegado a mi escritorio. El pensar en ella y el sonido de su acento británico me estaban afectando hasta el punto de ir más allá de una distracción poco efímera.

Aquellos temas no aclarados pasando por mi cabeza eran un bagaje total, y tantas dudas hechas una incógnita que parecían quedar así.

¿Cómo procederá nuestra relación? Y no, no me refiero a una relación amorosa.

O tal vez sí, pero no en ese momento.

Me refiero al hecho de continuar nuestro camino como si fuese una amistad. Una amistad que mucho vigor tiene por besarse hasta ahogarse en suspiros, o que se abraza hasta sentirse el corazón y fundirse en el calor de cada piel.

Suspiré con pesadez tomando mi pelo, y posteriormente me aventé a mi cama. Cerré mis ojos y como era de esperarse; el carrete de mi mente reprodujo escenas de ese ayer: Ella bailando conmigo, ella tomándome de la cintura, y yo bailándole de cerca. Muy de cerca.

Eso último... ¡Ugh!

Mis manos pasaron por mi cara, frotándola con furiosa vergüenza al recordar aquella acción tan impulsiva de mi parte. Tal vez estaba histérica aunque Amity me haya correspondido momentos después, pero... ¿Qué tal si ese no era el caso?

Pataleé con fuerza, como si eso lograse borrar aquel recuerdo, pero era imposible porque segundos después recordé aquellos momentos de sus manos puestas en mi cuerpo, así hayan sido de la forma más delicada que sus dedos temblorosos le podrían permitir.