Sonrisas después de veinte años

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One Piece pertenece a Eiichiro Oda


— ¡Sombrero de Paja! — Kid se acercó para acabar con él y poder alzarse como uno de los nuevos Cuatro Emperadores.

— ¡Ey! ¡Pinchos! — Luffy rodeó a su antiguo aliado por los hombros y saltó hacia arriba para brindar.

— ¡SAAALUUUUUUUD! — gritó.

— ¡SAAAAAAALUUUUUUUUUUD! — respondieron los Piratas del Sombrero de Paja, sus antiguos aliados y los habitantes de Wano.

La Capital de las Flores del País de Wano estaba de jolgorio.

Después de veinte años, por fin habían derrotado a los tiranos de Kaido y el shogun Orochi.

La gente reía y comía lo que quería. El shogun Orochi retenía toda la comida para él en sus almacenes y la gente pasaba hambre... había personas que probaban alimentos por primera o disfrutaban de comidas que, en anteriores circunstancias, solo probarían una vez al año.

Todos los Vainas Rojas, excepto Kin'emon, tomaban sake juntos en honor a su señor, el daimyo Oden, a su esposa, la señora Toki, y a sus dos compañeros caídos: Ashura Doji e Izou.

— Por el señor Oden y la señora Toki! — Denjiro levantó su copa de sake.

— ¡Y por Izou! — Kiku hizo lo mismo que su compañero, pero con una expresión más triste...

Echaba de menos a su hermano... justo cuando se reencontraron después de veinte años... él tenía que morir por sus heridas al intentar salvarla...

Pero un samurái no lloraba. Levantaba la mirada hacia el frente y luchaba hasta el último aliento, como hicieron sus señores, su hermano y sus compañeros. E Izou habría querido que ella estuviera feliz en un día tan esperado como hoy.

— ¡Por Ashura Doji! — Raizo levantó una copa de sake en honor a su amigo.

— ¡Por el señor Yasuie! — Inuarashi y Nekomamushi levantaron sus copas de sake en honor al que fue el daimyo de Hakumai, quien les enseñó el arte de la disciplina y que los sirvientes del futuro shogun debían ser cultos y cuidar su aspecto y modales.

— ¡Y por los caídos durante todos estos veinte años! — Kawamatsu levantó su copa de sake.

El kappa fue el único que se quedó en el país de Wano, sin viajar al futuro o regresando a Zou, como los minks, cuidando de la señorita Hiyori, la hija de sus señores... Ashura Doji también... regresó a Kuri y siguió haciendo de bandido... ojalá estuviera aquí... Denjiro tampoco viajó al futuro... él se quedó en la Capital de las Flores fingiendo servir al shogun Orochi para traicionarle en el momento oportuno... y aunque, Denjiro tuvo que fingir su lealtad por el asesino de sus padres y cometer atrocidades en su honor, Kawamatsu pasó hambre, como casi todos los habitantes de Wano, y proteger a la hija de sus señores hasta el regreso del señorito Momonosuke. Kawamatsu había visto a gente morir de hambre, literalmente... había visto demasiadas personas morir y no solo en batalla precisamente... gente matando a sus seres queridos para que no sufrieran o suicidándose por evitar morir de inanición...

Pero todos esos duros momentos, ya habían terminado.

— ¡SAAALUUUUD! — todos brindaron y bebieron.

...

Mientras tanto, Kin'emon, el líder de los Vainas Rojas, estaba con su esposa, a la que hacía veinte años que no veía, contemplando el amanecer...

— Tsuru... han pasado veinte años... pero sigues siendo igual de hermosa...

— Kin'emon... no digas tonterías... soy veinte años más anciana... tú viajaste al futuro, por eso todavía tienes treinta-y-seis... pero yo no... tengo cincuenta-y-cinco años... — Tsurujo estaba completamente roja de vergüenza.

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