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Después de un fin de semana algo estresante
Vale pudo volver a ver a aquella chica que la había salvado, no pudo evitar lanzarse contra ella para abrazarla cuando el lunes Yuri regresó a su casa, fue grande el alivio de la mayor al no encontrar heridas nuevas en el rostro de la mexicana, temía que su esposo le hubiese hecho algo los días que no pudo verla.
Entonces devolvió el abrazo cerrando los ojos para disfrutar de la calidez de Valeria mientras caminaba junto con ella hasta el sofá.
Continuó cuidando de ella por el resto de la mañana, estuvo a su lado para hacerla sentir mejor por si sus cólicos volvían e hizo lo mismo al día siguiente hasta que su periodo acabó, Valeria lucía más feliz que de costumbre, Yuri la había ayudado con eso y todo había sido más fácil para ella recibiendo la ayuda de aquella inglesa.
Todo estaba yendo tan bien para valeria demasiado que sabía lo mucho que dolería cuando Valentino volviera a atacarla. Porque las cosas buenas no siempre son eternas, pero ella continuaba rogando que duraran un poquito más.

Una alarma más volvió a recordarle a Yuri que debía regresar a casa, ambas habían comenzado a odiar tanto esa alarma, sin embargo, sabían que era más que necesaria porque el tiempo que tenían juntas pasaba volando y sin esa alarma no podían saber cuándo su límite de tiempo había llegado, entonces Yuri tomó sus cosas y se levantó del sofá.
Ella miró una última vez a valeria no quería dejarla sola, no hoy cuando ya le había quitado todo rastro de heridas, temía dejarla nuevamente en manos de su esposo con el riesgo de que este tirara a la basura todo su trabajo hiriendo nuevamente a aquella chica que tanto quería.
Y sin poder evitarlo la abrazó con todas sus fuerzas antes de salir, Yuri quería llorar, ese ángel no merecía estar atrapada ahí, no con ese demonio de marido que tenía.
-Te veo mañana, princesa- Yuri susurró contra su mejilla antes de dejar un beso en ella.
Y se tragó sus ganas de llorar para salir por la puerta viendo por última vez como Valeria
agitaba su mano en forma de despedida.

Yuri fue fuerte, ella no lloró, porque todo iba a estar bien, ella la iba a ver al siguiente día, sana y salva, debía pensar así, pero no podía evitar sentir un gran temor porque las cosas fueran diferentes.
Valeria por su parte estaba algo nerviosa, esperaba que Valentino se hubiera olvidado y que al menos por hoy no le hiciera nada, pero aun así tenía miedo, a él nunca se le olvidaba algo como eso.
El tiempo continuó pasando y parecía que Valentino se había atrasado un poco en el trabajo, sin embargo, llegó.
Dando un portazo entró a la casa sin molestarse en quitar sus zapatos, tenía la marca de una cachetada en su rostro y apestaba a alcohol, pero no lucía tan ebrio y eso asustó un poco a valeria, solamente seguía rogando porque él lo olvidara todo.
No iba a preguntarle en donde estuvo o que era esa marca, claro que no, ella no iba a arriesgarse a enojarlo, sin embargo, él ya parecía molesto.
-Me fue mal en el trabajo- Valentino habló enojado -Ya sé que no preguntaste, pero me vale un carajo, aun así, te lo digo.

Valeria no respondió nada.
Solamente esperó lo que Valentino tuviese por decir.
-Sin embargo, tú pareces muy feliz,
¿Alguna novedad? - Valeria solamente lo miraba, innegablemente él estaba ebrio, pero no tanto como para no ser consciente de las cosas - Ya lo sé Valeria , tu periodo ha terminado, ¿No es verdad? Eso significa que tu ventana fértil empezó, ¿0 me equivoco? Por supuesto que no lo hago, estás en tu ventana fértil, si es que tienes una ventana fértil- Escupió lo último con desprecio comenzando a acercarse a Valeria .
Y como acto de reflejo ella retrocedió un poco.
- ¿Qué te pasa? Porque te pones tímida cuando esto ya es una rutina, ven aquí ahora mismo- Él extendió su mano -No hagas de esto algo difícil, iVen ahora mismo!
El infierno había comenzado.
- ¡Te dije que vengas carajo! - Valentino la sujetó fuertemente del brazo antes de que ella pudiese retroceder un poco más.

¡Valentino no, por favor! - Valeria empezó a llorar.
+
- ¡Cierra la boca maldita perra!
La golpeó, la hirió nuevamente tirando a la basura todo el trabajo de Yuri.
-Valentino por favor, hoy no, hoy no quiero-Ella suplicó llorando -Te lo ruego, por favor.
-Cierra la boca si no quieres que esto sea más difícil- El contrario pidió arrastrándola hacia la habitación para finalmente tirarla a la cama y subirse sobre ella.
- ¡Déjame, por favor! - Pedía llorando sin dejar de moverse.
- ¡Te dije que te calles! - Una vez más la golpeó - ¡Quédate quieta, maldición!
Otro golpe impactó su rostro.
Y otro más.
Y otro.
Pero ella no dejaba de moverse, no quería que él la tocara.

EsterilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora