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Cuando yuri llegó del trabajo los nervios de Valeria  estaban a flor de piel, ella realmente quería decirle la verdad a la inglesa, amaba la idea de formar una familia con ella, sin embargo, temía que la mayor se lo tomara a mal y todo pudiera acabar cuando apenas comenzaba.
Tal como lo prometió, yuru trajo la cena para ambas, un poco de pollo sería bueno para Valeria , rico y sin demasiada grasa que pudiera perjudicar el embarazo de la menor , ella se preocupaba.
-Hola- yuri saludó a la contraria llevando la bolsa de comida a la mesa.
-Hola- Vale  respondió de vuelta algo tímida
llegando al comedor.
- ¿Tardé mucho?
-No- valeria soltó en un suspiro.
- ¿Está todo bien? - Ese suspiro preocupó a
Yuri.
-Yo... Quería decirte algo.

-No me asustes, Valeria.
La inglesa tenía demasiadas ganas de abrazar a
Valeria , la menor lucía algo nerviosa y ella solo quería calmar cualquier preocupación que la contraria pudiese tener, pero al no ser nada más que amigas, Yuri temía incomodarla invadiendo su espacio personal, porque después de todo, Valeria se lo había dejado bastante claro, lo de ellas no había significado nada.
-Yo...- La mexicana por su parte estaba en un verdadero dilema, quería decirlo, pero ver a Yuri tan bella y tan perfecta parada frente a ella la hacía nunca querer alejarse y tampoco quería arruinarlo todo diciendo que ese bebé también era suyo -Me gasté el chocolate- Por supuesto, ella descartó la idea de decirle la verdad a yuri
-Oh - Yuri soltó un suspiro -Me habías asustado, creí que algo malo te había pasado.
Entonces solamente continuó sirviendo la cena para ambas, no quería que la menor  pasara hambre.

Y sin más ambas comenzaron a comer, sin embargo, el ambiente parecía algo pesado, definitivamente había demasiada tensión y
Yuri  quería saber a qué se debía realmente. Temía que algo le estuviera pasando a Vale, ella quería lo mejor para la contraria, sin embargo, no podía ayudarla si esta no le decía y Yuri sabía que probablemente algo la mantenía intranquila.
-Sabes que puedes confiar en mí,
¿Verdad? - Yuri preguntó y Valeria asintió en silencio -Aquí estaré a pesar de todo, así que si algo te preocupa dímelo para que pueda ayudarte.
Y aquello hizo sentir a vale como una tonta, por supuesto, Yuri  ahí estaría, porque a pesar de lo mal que la había tratado desde el principio, yuri siempre se ofreció a ayudarla.
Entonces un par de lágrimas escaparon de sus ojos, Yuri  no merecía todo eso, ella no merecía lidiar con sus problemas porque seguramente tendría sus propios.
Así que ella estaba dispuesta a sacrificar su felicidad por la persona que tanto la había ayudado, porque vale  no era egoísta y si esto significaba el fin de todo lo aceptaría.

.
Al final sabía que Yuri merecía a alguien mejor que ella.
-Este bebé también es tuyo- Juliana confesó llorando.
Se esperaba lo peor, su esposo la había acostumbrado a eso, a bajar la cabeza después de confesar algo que no había sido culpa suya, a sentir que ella era la causante de todos los problemas y a siempre sacrificarse por complacer a otra persona, y eso estaba haciendo, creía haber sacrificado su amistad con Yuri, creía que todo había terminado.
Pero Yuri simplemente dejó su comida a un lado y se levantó para abrazar a Valeria intentando detener sus lágrimas.
-Perdóname- valeria siguió sollozando.
-Shhh, no es tu culpa, todo está bien-Yuri acarició su espalda. En su mente ella estaba bailando de alegría, estaba tan feliz por compartir un bebé con Valeria que quería saltar y gritar de la felicidad, pero debía mantener la calma, ella no podía hacer eso mientras vale  lloraba.

-Perdóname, Yuri- Valeria aún no entendía la alegría de Yuri.
-Está bien, yo estoy muy bien con eso-Yuri le sonrió y tomó sus mejillas entre sus manos para secar las lágrimas de la contraria con sus pulgares -Eso es algo bueno
Yuri, ya no hay nada que te ate a ese hombre, eres libre aquí.
- ¿Entonces no estás molesta? - La mayor no podía entenderlo.
-Claro que no, pequeña, eso me alegra.
Yuri realmente quería besarla, pero tenía miedo de como Valeria pudiera reaccionar, porque después de que Valeria le dijera que lo suyo no significaba nada y ahora supiera que la había embarazado la tenía algo confundida, pero como siempre ella debía actuar segura para dar credibilidad a sus palabras.
Entonces se armó de valor y comenzó a acercarse lentamente a Valeria sin esperar a que esta terminara por abalanzarse sobre sus labios en busca de ese beso que ambas habían
esperado tanto.

EsterilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora