Capítulo 19 | Un futuro contigo

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TW: violaci0n

10:45
Me desperté y miré el reloj para ver la hora que era ¡Las 10:45! Oh, mierda. Le quiero enseñar la ciudad a Caco, con este poco tiempo hasta la comida no vamos a ningún lado... Mierda, mierda... Espera, ¿Donde está Caco?

—¿Caco?—Murmuré sin levantar la cabeza de la almohada.—¿Caco?

Nada.

Decidí volverme a dormir porque aún no me apetecía buscarle, quizás está dormido a mi lado.

11:00
—¡Carlota! Madre mía eres la nueva versión de la bella durmiente.—Gruñó Caco.

—Mmm... Cállate.—Le pedí vagamente.

—Te he hecho tu desayuno favorito.

—¡¿Tortitas de plátano?!—Le pregunté levantándome del tirón.

—Efectivamente.

—¿Cómo sabes que son mis favoritas?

—Bueno...Digamos que me lo chivó un colega.—Me contestó mientras señalaba con la cabeza a la puerta, donde estaba asomado mi hermano.

—Vaya, por fin a sido útil.—Bromeé para que saliera de su escondite.

—¡Oye! Yo no zoi inutil.—Ceceó mi hermano.

—Ven aquí, colega, vamos a demostrarle a tu hermana que somos grandes chefs.—Dijo Caco acabando con la discusión.

Bajamos a la cocina los tres y pude ver que Caco lo había dejado todo listo, estaba todo impecable e incluso había puesto a Martina en su cuna con un biberón.

—He intentado no ensuciar, pero tu hermano a pensado que era buena idea lanzar un puñado de harina al ventilador...Aunque no pasa nada, colega.—Me explicó Caco, mientras jugaba con el pelo de mi hermano.

—¡Ja,ja,ja! Ezo lo haz hecho tu.—Se rió mi hermano.

Entonces Caco se empezó a reír con él. No, no les entiendo. Pero si así son felices...Pues vale.

Puse la mesa y nos sentamos todos, Martina comenzó a llorar pero Caco la calmó en sus brazos, se ve tan atractivo con un bebé... Va a ser un gran padre y más le vale ser el gran padre de mis hijos.

—Venga, pruébalas, están deliciosas.—Me aseguró mi hermano.

—No lo dudo.—Le contesté sentándome. Y si, si que lo dudaba.

Cuando me metí un trozo de esas tortitas de plátano en la boca sentí el mayor escalofrío en mi cuerpo posible ¡Están perfectas! Justo como las hacía mi abuela... Este chico va a ser mi perdición.

—No están mal.—Dije saliendo del trance que me había causado su gran sabor.

—Ya, por eso no puedes parar de comer, sé que no van a estar tan ricas como yo... Pero malas no están.—Bromeó el muy imbecil.

—¡Oye! Hay niños pequeños presentes.—Le corregí.

—¿Te comez a Caco?—Preguntó mi hermano pequeño.

—¿Qué? ¡No! Bueno... ¡No!—Contesté nerviosa por la mirada de Caco, la verdad es que quizás me lo he comido un par de veces...

*Toc, toc, toc*

—Oh...Voy a abrir.—Dije acercándome a la puerta.

Me deshice la coleta y tenía el pelo bastante ondulado pues me acababa de despertar y aún llevaba hasta el pijama, pero no me iba a cambiar solo para abrir la puerta.

Secret WhispersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora