Capitulo 17

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Cuando Basara entró por primera vez en la academia Kuo, no esperaba realmente mucho. Profesores amargados y alumnos revoltosos era lo peor que se temía, así que imaginan su sorpresa al toparse con un demonio mientras caminaba a su salón.

La demonio en cuestión era tan baja como María y de un cabello de igual color, pero su semblante era todo lo contrario al de María. Mientras que María era alegre e hiperactiva, esta chica era seria y de pocas palabras. Esa chica se le quedó viendo sorprendida, con el cuerpo paralizado al verlo- no, al sentirlo

Basara se detuvo, expandió sus sentidos hasta sus límites y lo sintió . Doce demonios dentro de la escuela y una barrera de gran poder en uno de los salones.

En circunstancias normales, la primera reacción de Basara seria ir con el director e hipnotizarlo para que cancelara las clases hoy y desplegar una barrera para exorcizar a los demonios. Pero Basara sabia quienes eran los dueños de esta ciudad

"Disculpa ¿De casualidad conoces a ¨Rias Gremory?"

La niña lo miro en silencio unos segundos con los ojos entrecerrados, observando precavida a lo que sus instintos le decían era un depredador

"Si ¿Por qué preguntas?"

"Por nada. Puedo notar que eres un demonio, y tu notaste que soy un mago. Estoy aquí bajo el permiso de la señorita Gremory. Solo quería que lo supieras y no se alertaran. Me llamo Basara Toujou"

La albina se sorprendió al escucharlo

"¿Toujou?"

"Si, ¿Te suena de algo?"

"No... Es solo que ese es mi apellido"

"¿Enserio? ¿Cómo te llamas?"

La chica dudo, pero igual accedió

"Koneko Toujou"

"¿Gatito?"

La chica desvió la mirada de vergüenza. Koneko en japonés significaba "Gatito", y era el nombre que su maestra, Rias Gremory, le había puesto al la propia Koneko despreciar su nombre original.

El problema fue que cuando la familia Gremory la adoptó, Rias tenía 12 años y ya estaba en camino de convertirse en una otaku, por lo que le puso ese nombre adorable. No ayudo que la albina tuviera actitudes felinas e incluso ronroneara para que la madre de Rias le diera galletas

"Je. Es adorable"

La chica lo miro con ojos enojados, pero que a los ojos de cualquiera se veia adorable. Por puro impulso Basara extendiendo su mano y acaricio su cabeza, y aunque Koneko se estremeció al ser tocada, rápidamente se relajo y se dejo mimar.

Koneko se sintió extraña. Por alguna razón se derretía ante el toque del castaño; Se sintió como un masaje extremadamente relajante. Basara por su parte noto que la chica sonreía con los ojos cerrados, como teniendo un buen sueño.

"~Prrrrrrr~"

"Espera, ¿Acabas de ronronear?"

Koneko se detuvo, miro fijamente a Basara a los ojos

"No"

Su respuesta fue creíble tan creíble como la de un niño atrapado robando galletas, pero Basara no presionaría más

Arrepentidamente llego mio con un ceño fruncido

"Te encontré, ¿Cómo es que te perdiste? los pasillos no están tan largos"

Mio miro de reojo a Koneko

"¿Estabas hablando con Koneko-chan?"

"Algo así. Estábamos hablando de nuestra estadía en Kuo, ella es... Como nosotros"

Testament of  DxDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora