Capítulo 11: Luz y oscuridad

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- ¡Mamá, abuelo, Sota! ¡Estoy de regreso! - exclamó entusiasmada al cruzar el umbral de la puerta de la casa.

- ¡Hija qué alegría verte! - su madre la recibió con un abrazo, estaba feliz de verla nuevamente.

Momentos después llegaron su abuelo y su hermano a recibirla, se sentía realmente feliz de estar en su hogar aunque fuera por unos días. Sesshomaru cumplió con su palabra de dejarla ir a visitarlos después de que Rin mejoró. Estaría por una semana en su época antes de regresar al pasado, mientras tanto Shippo y Rin permanecerían bajo el cuidado de la anciana Kaede y Sesshomaru se haría cargo de vigilar que Inuyasha no se acercara a la aldea ni al pozo devorahuesos.

Lo primero que hizo Aome después de saludar a su familia fue ir a su habitación a darse un baño, por fin podía relajarse un momento dentro del agua tibia de la bañera, en verdad que extrañaba las comodidades de su época.

Por fin pudo usar de nuevo su ropa casual, sorprendiéndose de volver a verse femenina frente al espejo con su largo cabello suelto y un vestido negro corto que le quedaba a la perfección.

Pronto su mamá llamó a todos a comer e inició la conversación que Aome no deseaba tener.

- ¿Y cómo está el amigo orejas de perro? - preguntó por casualidad Sota.

La expresión alegre de Aome se opacó al escuchar la pregunta, más pronto se recompuso para no demostrar que todavía le afectaba la simple mención de Inuyasha.

- Ya no viajo con él - hizo una breve pausa pensando en lo que respondería - Tuvimos una discusión fuerte y decidimos separarnos, ahora viajo con su hermano mayor.

- ¿Pero qué fue lo que pasó? ¿Que te hizo Inuyasha? - insistió Sota - Porque si te trató mal, se las verá conmigo - la expresión de enojo del pequeño le causó una gran ternura a Aome.

- Ya deja de interrogar a tu hermana, mejor coman que la comida va a enfriarse - intervino Nahomi al notar lo incómoda que estaba su hija con esa conversación, seguramente era algo doloroso para ella el tema, pues conocía los sentimientos de la joven por el hanyo y respetaba su decisión de no querer hablar al respecto.

Todos procedieron a comer en silencio hasta que Nahomi volvió a hablar - Por cierto, Shiro ha llamado en varias ocasiones preguntando por ti y no tuve más remedio que contarle sobre tus viajes al pasado.

- ¡¿Y te creyó?!

- Sí, curiosamente no dudó de nada de lo que le conté, incluso me dijo que cuando estuvieras aquí le llamaras, mencionó que tiene un obsequio importante para ti.

- ¿Un obsequio para mí? ¿Qué será? - murmuró para sí misma - Gracias por decirme, le llamaré en cuanto termine de comer.

Minutos más tarde estando en la sala tomó el teléfono y marcó el número de celular de Shiro.

- ¿Hola?

- ¡Padrino soy Aome!

- ¡Hola mi niña! ¿Cómo estás? Hace tiempo que no conversábamos.

- Estoy bien Padrino, me alegra escucharlo de nuevo.

- A mí también me alegra poder escucharte, por cierto, tu mamá me platicó de tus viajes al pasado y tengo un par de obsequios que te serán de utilidad. Mañana mismo te los llevaré.

- ¿Pero no está usted en China?

- No, en este momento estoy en mi residencia de Japón, llegué hace unos días. La situación financiera de mi aerolínea de China ya se arregló, así que voy a estar aquí una temporada.

- Me alegra saber eso, entonces lo esperaré mañana en casa, hay muchas cosas que me gustaría conversar con usted.

- Así será mi niña, cuídate mucho, nos vemos mañana.

Pacto de orgullo (Sesshome)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora