"Es mejor perder el orgullo con alguien que amas, en lugar de perder a ese ser que amas por culpa de tu inútil orgullo" (John Ruskin).
Soy Aome Higurashi, la sacerdotisa guardiana de la Perla de Shikon, aunque lamento decir que ya no soy la misma pe...
El momento de regresar a la era Sengoku había llegado, Aome volvió a vestirse con la ropa de hombre que traía en un inicio, agregando la gabardina roja que le regaló su padrino y unas botas militares que compró para recorrer con mayor facilidad los escabrosos terrenos, ambas katanas colgaban del obi de su cintura, su cabello iba nuevamente trenzado dándole una apariencia varonil y sobre su espalda llevaba su mochila, arco y carcaj, además de un saco donde guardaba los regalos para sus acompañantes.
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*Apariencia de Aome* 🌹
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Se despidió de su familia lanzándose al interior del pozo, siendo recibida al otro lado por su amo, quien sin decirle una palabra, se limitó a ayudarla a salir y cargar el saco lleno de cosas que traía. No le prestó mucha atención al atuendo de la chica, pero sí a las katanas que traía consigo, lanzándole una mirada interrogante a la cual ella reaccionó de inmediato. No en vano había aprendido a descifrar parte de las actitudes de su amo, ya que él era de pocas palabras.
- Son un regalo de mi padrino, ambas espadas poseen un gran poder, sólo debo aprender a controlarlas - mencionó mirando la espalda de Sesshomaru, quien caminaba unos pasos adelante de ella.
- Pondremos a prueba ese poder en cuanto nos hayamos alejado de este lugar - musitó sin voltear a verla.
- Como usted disponga Amo - respondió para continuar siguiéndolo en silencio.
Shippo y Rin la recibieron entre risas y abrazos, la habían extrañado mucho. Incluso Jaken se alegró de verla, argumentando que aunque ella no le simpatizaba, al fin podía ser libre de estar cuidando a los mocosos, ya que ser niñera no era un trabajo digno del sirviente favorito del gran Sesshomaru.
- Les traje algunos regalos que compré en mi época - abrió el saco que traía y les entregó a Rin y a Shippo ropa abrigadora, junto con unas botas gruesas pero de hermoso diseño - Con esto no pasarán frío durante el invierno.
- ¡Es ropa muy bonita! - exclamó emocionada la pequeña comenzando a colocársela.
- ¡Gracias Aome, tú siempre te preocupas por nosotros! - mencionó Shippo con una gran sonrisa.
- Claro que sí, ustedes son mis niños y siempre voy a amarlos - dijo abrazándolos.
Después, del bolsillo de su gabardina sacó un reloj de pulsera para caballero y se acercó a Jaken - Sé que no soy una persona de tu agrado, pero quiero decirte que no tengo nada en contra tuya y también te traje un regalo. Es un reloj, sirve para medir el tiempo y se lleva puesto en la mano - sujetó el brazo de Jaken y le colocó el reloj ajustando bien el extensible a su diminuta muñeca, obviamente éste no puso objeción alguna puesto que se encontraban bajo la atenta mirada de su amo y si le hacía un desaire a la chica, Sesshomaru lo reprendería.
