- ¡¿Cómo que Aome y Shippo se fueron?! - exclamó molesta Sango.
- ¡Ke! La muy tonta hizo una rabieta y decidió irse a su época para nunca más regresar - expresó Inuyasha con desenfado - Y el enano también se fue, seguramente para irse a vivir con los de su especie.
- Lo que no puedo creer es que se hayan ido sin siquiera despedirse de nosotros - la tristeza era evidente en la voz y el rostro de la exterminadora.
- Yo tampoco lo creo, no es propia de ellos esa actitud - mencionó Miroku «Algo me dice que aquí hay gato encerrado» dirigió una mirada furtiva hacia Kikyo, quien ni siquiera hizo el intento por disimular su sonrisa de suficiencia.
- De cualquier modo, con ellos o sin ellos, debemos continuar con la búsqueda de los fragmentos - tras decir eso, Inuyasha emprendió camino con Kikyo a su lado, siendo seguidos por Sango, Miroku y Kirara unos metros más atrás.
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Aome y Shippo transitaban por una aldea, este último usó una hoja mágica para transformarse en un hombre mayor, haciéndose pasar por el padre de Aome, que también lucía como hombre, camuflándose entre la gente del lugar.
Pasaron frente a un grupo de monjes que conversaban sobre su extraño enfrentamiento contra un demonio albino que era acompañado por una niña. Gracias al buen oído de Shippo, que se percató de ese detalle, se acercaron a los monjes tratando de averiguar más información.
- Buenas tardes su excelencia - saludó Aome al líder fingiendo una voz masculina al tiempo que hacía una reverencia - Disculpe mi atrevimiento, pero acabo de escuchar que ustedes se enfrentaron a un demonio albino acompañado de una niña.
- En efecto, así fue - respondió el monje.
- ¿En qué lugar sucedió eso?
El hombre le miró con recelo - ¿Acaso planeas buscarlo muchacho? - preguntó al percatarse que portaba arco y flechas sobre su espalda - Es un demonio muy poderoso, ni siquiera todos nosotros pudimos hacerle daño. Si estamos aquí todavía, es porque decidió perdonarnos la vida.
«¡Lo sabía! Sesshomaru realmente ha cambiado, ya no es ese demonio cruel y despiadado que asesinaba humanos sin contemplación. Ahora tenemos una esperanza» sonrió a labios cerrados - No soy tan idiota como para ir a buscarlo, por el contrario, quiero saber dónde está ese demonio para no tomar ese camino - dijo de la manera más convincente posible.
El monje dudó un instante en responder pero finalmente lo hizo - Nos encontramos con él a unos cinco kilómetros al sur de esta aldea.
- Gracias por decirme, su excelencia - hizo una reverencia antes de retirarse en compañía de "su padre" Shippo.
Con premura emprendieron el viaje hacia el sur. No podían darse el lujo de perder más tiempo o perderían el rastro de Sesshomaru, y la manera más efectiva de viajar sin agotarse tanto, era volar con la habilidad de Shippo de convertirse en globo.
- Alcanzo a percibir un leve rastro del aroma de Sesshomaru - mencionó Shippo después de un rato de un rato de estar viajando.
- Entonces debe estar cerca, debemos descender para que puedas rastrearlo mejor.
- El olor es leve, parece que estuvo aquí hace algunas horas. También percibo el olor de Rin. Si se fueron caminando no deben estar muy lejos - guiado por su olfato continuó caminado seguido por Aome.
- Puedo percibir una fuerte presencia demoníaca junto con un fragmento de la perla de Shikon - mencionó Aome haciendo frenar en seco al kitsune.
Shippo tragó grueso - ¿Y piensas ir a enfrentarlo?... digo, estamos solos y yo no sé luchar contra demonios.
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Pacto de orgullo (Sesshome)
Fanfic"Es mejor perder el orgullo con alguien que amas, en lugar de perder a ese ser que amas por culpa de tu inútil orgullo" (John Ruskin). Soy Aome Higurashi, la sacerdotisa guardiana de la Perla de Shikon, aunque lamento decir que ya no soy la misma pe...
