Un engaño, solo uno bastó para que Lee Félix cerrara su corazón y se convirtiera en una persona distinta a quién solía ser. Frío, con mal carácter y poca gracia era como lo conocían actualmente en su empresa.
El hombre amable, con una resplandecient...
Llegando al departamento, Hyunjin cerró la puerta a sus espaldas y se deshizo de su calzado para dirigirse hacia la sala de estar, donde se dio cuenta de que la luz estaba encendida, y Seungmin se encontraba en el sofá, leyendo un libro.
—¿Cómo te ha ido hoy? —preguntó su mejor amigo en cuanto Hyunjin se recostó en el sofá.
—Nunca me había sentido tan agotado después del trabajo —respondió, y una pequeña sonrisa apareció en sus labios mientras su mirada se encontraba perdida en algún punto fijo del blanco techo.
—¿Y es por eso que sonríes como si fuese lo mejor del mundo? —inquirió Seungmin con el ceño levemente fruncido. Dejó el libro encima de la pequeña mesa del centro y se cruzó de brazos, extrañado por la actitud de su mejor amigo—. ¿Acaso el aburrido de tu jefe confesó que siente algo por ti?
—Ojalá fuera así porque eso es imposible de que suceda —Hyunjin chistó—. Ahora, dime qué puedo llevarle como desayuno para mañana —el castaño se incorporó en el sofá, desprendiendo una entusiasta energía—. Me he propuesto acercarme más a él poco a poco y, por el momento, me ha permitido llevarle el desayuno. Seungmin, tú tienes muchas recetas y todo te queda delicioso.
—Pues... —el nombrado alargó aquella palabra, llevando una mano hacia su mentón para pensar en algo—. Aquí no hay mucho para prepararle un buen desayuno. La mayoría de los ingredientes esenciales se encuentran en la cafetería. Podemos ir temprano y preparar algo.
—¡Eso es perfecto! Haré un esfuerzo por abrir los ojos después de tocar la cama, te lo prometo.
—Debes hacerlo —advirtió el pelinegro—. Jeongin necesitará mi auto mañana porque el suyo se encuentra en el taller. Debe ir a su universidad por unos documentos.
—De acuerdo. Entonces, me aseguraré de activar la alarma.
—Vayamos ya a dormir porque no sé si es peor despertar a Jisung por llamada, o a ti que te tengo aquí conmigo.
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—Recuerda que debes servírselo en el momento que llegues para que pueda comerlo...
—Y si llega tarde, voy al área del comedor y pido permiso para calentarlo un poco —concluyó el castaño, mirando la bolsa que contenía el recipiente con el desayuno.
—Ahora date prisa. Quizá alcances a llegar antes que él —le dijo Seungmin, dándole a su mejor amigo la media vuelta y lo guió hasta la puerta de su cafetería—. Yo todavía debo esperar a Changbin y a Jisung para que me ayuden a abrir. ¡Anda!
Hyunjin salió de la cafetería a zancadas y con un corazón latiente de emoción. Las ansias lo estaban comiendo por dentro, pues esperaba estar en la oficina antes de que Lee Félix llegara.
Entre tantas posibles escenas que se proyectaban en su mente, fue hacia un mundo en el que se encontraba en la oficina, a solas con su jefe mientras entablaban una conversación fuera de lo laboral.
