Con el poco equipaje ya montado en el auto, Hyunjin y Christopher se subieron a este, no sin antes haberles agradecido a ambas chicas la invitación a su boda y la cálida bienvenida en su propia casa.
Mientras Christopher se despedía con naturalidad, a Hyunjin le estaba costando deshacerse de la pena que sentía por ser «el arrimado».
También sabía que era un poco —muy— tonto percibirse a sí mismo con ese concepto. Desde que Rachel consideró su asistencia, Hyunjin se pasó las siguientes noches preguntándose si de casualidad habría una razón oculta para hacerlo porque... ¿quién demonios invita a su boda a una persona que acaba de conocer? Nadie.
«Bueno. Rachel sí».
Dejando sus ideas absurdas de lado, terminó agradeciéndoles a ambas por su amabilidad y hospitalidad, deseándoles lo mejor en lo que viniese del futuro porque, si de una cosa Hyunjin era consciente sobre el matrimonio, no era sencillo al principio. Aunque tenía la corazonada de que para ellas sería distinto.
El camino de regreso a Seúl fue silencioso. Ni siquiera la radio podía hacer que las voces dentro de la cabeza de Hyunjin se callaran.
¿Qué iba a suceder al día siguiente cuando hiciera acto de presencia en la oficina de Felix? ¿Ambos actuarían como si nada hubiese sucedido? ¿Felix de verdad había querido besarlo, o fue simplemente un arrebato?
—¿Está todo en orden? —La voz de Christopher llegó a reventar las burbujas de dudas cuando las luces de la ciudad empezaron a visualizarse.
Finalmente, Hyunjin suspiró.
—Nada lo está —respondió, cerrando los ojos—. Es probable que esta noche se me dificulte dormir por lo que ha sucedido en la boda de Rachel.
—Diría que no te martilles tanto pensando en eso —Christopher lo miró de reojo—, pero creo que estaría igual que tú si me hubiese sucedido lo mismo.
—¿Crees que Felix vaya a actuar indiferente?
—Una vez dentro de la empresa, quizá.
—Eso no me anima demasiado.
—Solo digo que... es impredecible lo que vaya a suceder. Créeme que me hubiera encatando conocer al Felix alegre, abierto a lo que sea, pero llegué un poco tarde para eso —Christopher también soltó un suspiro y detuvo el auto en un semáforo en rojo—. La persona que es ahora lleva encima una armadura demasiado fuerte, incluso construyó una barrera que poco a poco se está desmoronando.
—¿Y eso es bueno? —El ceño de Hyunjin se frunció.
—Está confundido... y eso hace que su fortaleza disminuya.
—De todos modos, no pienso usar eso a mi favor. —Negó efusivo y se cruzó de brazos—. Eso solo haría que la situación se vuelva más tensa, que se aleje más y que se estrese por no tener una respuesta. Es tu amigo, pero parece que no piensas en eso, en su bienestar.
Christopher chasqueó la lengua y volvió la mirada al frente. Puso el auto de nuevo en marcha luego de que la luz cambiara a verde. El siguiente tramo fue silencioso, y Hyunjin dio por sentado en que lo había hecho pensar más a fondo con sus palabras.
Claro que debía ver las cosas desde la realidad, no solo dejarse llevar por sus impulsos y eso era lo que Christopher le hubo estado aconsejando sin preámbulos. Hyunjin debía ser paciente, demasiado, porque Felix comenzaba a pasar por una etapa complicada; había terminado su relación de años, y hace poco se atrevió a besar dos veces a un hombre.
Hyunjin no quería dejarse inundar por las miles de preguntas que deseaba hacerle a Felix, así que se concentró en disfrutar del atardecer que tintaba la ciudad con una mezcla de colores brillantes.
ESTÁS LEYENDO
En un latido de corazón • Hyunlix
ФанфикUn engaño, solo uno bastó para que Lee Félix cerrara su corazón y se convirtiera en una persona distinta a quién solía ser. Frío, con mal carácter y poca gracia era como lo conocían actualmente en su empresa. El hombre amable, con una resplandecient...