🩷 ; Capítulo 2.

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Meses atrás.

Sentado frente a la mesita de centro de su sala de estar, Hwang Hyunjin se encontraba observando la pila de periódicos que tenía por delante mientras se preguntaba cuándo había sido la última vez que trató de conseguir trabajo y falló en el intento.

Las personas solían ser sutilmente crueles cuando se negaban a darle el puesto vacante, eso le quedó demasiado claro.

¿Por qué no le decían que simplemente no superaba las expectativas y que era un incompetente? Sería mucho más fácil, pero continuaba siendo una pesadilla.

Había conseguido un par de trabajos y terminó dejándolos porque el sueldo no era suficiente para ayudar a Seungmin con los gastos del departamento que compartían.

Su amigo le había ofrecido trabajar con él en su cafetería y, sin embargo, Hyunjin no aceptó porque el dinero que estaría recibiendo saldría de las mismas ganancias de Seungmin.

Aun así, luego de tanto insistir, Hyunjin aceptó con la condición de no recibir ningún tipo de pago.

—¡Me rindo! No logro conseguir algo que me guste hacer —se dijo a sí mismo, dejándose caer completamente en el sofá.

—No te des por vencido tan pronto —le dijo su mejor amigo, llegando a la sala con dos tazas de café—. Verás que encontrarás algo que realmente te guste y que valga la pena trabajar en ello.

A la mañana siguiente, Seungmin le dio aviso a su amigo que pasarían por él, así que podía hacer uso de su auto para que pudiese salir a buscar trabajo cómodamente.

Hyunjin salió del edificio en dirección al estacionamiento y, cuando estuvo dentro del auto, soltó un pesado suspiro.

La situación realmente le estaba pareciendo demasiado agotadora y no encontrar un buen trabajo lo hacía sentir lleno de frustración.

—Esta es tu última oportunidad, Hwang Hyunjin. Debes llegar a casa y decirle a tu amigo que has conseguido un empleo...

Hyunjin era un chico alegre, simpático y lleno de positivismo, aunque no en esta ocasión. Detrás de esa chispa se encontraba alguien torpe, rebelde y problemático; uno de los factores por los que había sido expulsado del bachillerato sin haberlo concluido.

Tal vez, aquello era una de las razones por las que le resultaba más complicado conseguir empleo, porque no tenía sus estudios completos.

En la carretera, iba sumergido en sus propios pensamientos que pasó desapercibido el hecho de que el semáforo había cambiado a color rojo para ceder el paso a los peatones.

Un movimiento brusco lo hizo salir de su transe para darse cuenta que había chocado el auto de Seungmin con el que estaba enfrente.

—No, no, no —comenzó a decir con los nervios a flote ya que era la primera vez que le ocurría algo así—. ¡Pero qué tonto eres, Hwang Hyunjin!

Su expresión demostraba lo aterrado que estaba y sus emociones se mezclaron e hicieron más intensas cuando la puerta del auto ajeno se abría y el conductor salía de este.

—¿Ahora qué diablos hago? ¿Qué demonios le digo?

Un chico rubio y con gafas de sol apareció ante sus hijos. Vestía un traje impecable y su porte era bastante firme, como si estuviese delante de un importante empresario, pero Hyunjin estaba seguro que podría tratarse más de un mocoso cualquiera y su padre se encargaba de cumplir todos sus caprichos.

En un latido de corazón • HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora