🩷 ; Capítulo 14.

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Del otro lado de la ciudad, el ambiente en la oficina de Lee Félix se tornó tranquilo y ameno después de que Hwang Hyunjin lo dejara solo con su hermana.

Habían pasado un par de meses desde la última vez en que Rachel y él se vieron, así que se sentía completamente feliz de tenerla haciéndole compañía en Seúl.

—¿Seoyeon ha venido contigo? —preguntó el rubio después de tomar asiento a su lado.

—Sí, nos hemos quedado hospedadas en un hotel. No es muy lujoso, pero preferimos lo sencillo.

—¿Por qué no me llamaste? Pude haberlas recibido en mi casa.

—Seoyeon se negó. Sabes que no le gusta causar molestias.

—¿Nuestro padre sabe que estás aquí en Seúl?

—No, y me da igual si lo llega a saber o no. En realidad no he venido para verlo o saber de él —Rachel chistó, restándole importancia a cualquier asunto que se relacionara con ese hombre.

—¿Entonces, a qué se debe tu visita?

—He venido hasta aquí para hacerte entrega de la invitación para mi boda —respondió ella, esbozando una amplia sonrisa mientras rebuscaba algo en su bolso—. Seoyeon y yo nos vamos a casar...

—¿Qué estás diciendo? —los ojos de Félix se abrieron con sorpresa al escuchar lo que había dicho su hermana, y una inmensa sensación de alegría se acumuló en su pecho—. ¿Dónde será la boda? ¿Cuándo...?

Antes de poder responder todas esas preguntas, Rachel le entregó el sobre a su hermano menor, perfectamente envuelto y sellado. Félix lo tomó, y lo observó con devoción.

—Será este sábado, en Jeju. Planeamos hacer una ceremonia sencilla, pero significativa porque irán las personas que más nos importan —agregó, y el rubio alzó la mirada para darse cuenta de que los ojos de su hermana brillaban en demasía, haciéndolo sentir todavía más feliz—. Félix, por razones que ya conoces, mi padre no está invitado, así que... deseo que seas tú quien me acompañe ese día.

—Estaré ahí contigo, Rachel —respondió Félix, curvando una pequeña sonrisa, y la castaña se acercó para abrazarlo debido a la emoción que la llenaba.

—Cuéntame, ¿cómo te ha ido durante este tiempo? —preguntó cuando volvió a su posición normal.

Félix inhaló profundo y soltó el aire retenido en un pesado suspiro mientras pensaba por dónde comenzar. Hablar sobre la aparición de Eunji en la empresa no valía la pena, no quería arruinar el momento que compartía con su hermana.

—Ha ido todo perfecto —se atrevió a responder, ganándose una mirada inquisidora por parte de la castaña—. A la empresa le está yendo mejor que cuando mi padre estaba al frente de ella.

—Siempre supe que tú harías un mejor trabajo aquí, Félix. Eso me hace sentir muy orgullosa —dijo ella, regalándole un reconfortante apretón en su pecosa mejilla—. Estoy segura de que si me hubiera casado con Jae, tendríamos problemas económicos ahora mismo.

—Pienso lo mismo si me hubiera casado con Eunji —dijo inconscientemente, y cerró sus ojos, recriminandose por haberla mencionado.

—Hay algo que me causa un poco de intriga —Rachel cambió de tema al ver que todavía le afectaba hablar sobre esa mujer a su hermano—. ¿Cómo es que ahora tienes a un chico como tu asistente personal? Que, por cierto, es bastante atractivo.

—Ese mocoso tiene una deuda conmigo —respondió Félix después de lanzarle una mirada recelosa a la chica—. Además, cuando lo conocí, estaba buscando un empleo y yo quería quitarme de encima a mi antigua asistente porque seguía hostigándome.

En un latido de corazón • HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora