Rick, Hershel, Daryl y yo fuimos a la mencionada reunión con el gobernador y sus hombres, temía que me matara Phillip frente a todos. Nunca había estado tan nerviosa como lo estoy ahora, mis manos sudan y solo puedo secarlas sutilmente en mi pantalón. Ante esto, Hershel tomó mis manos para calmarme y cuando lo hizo me di cuenta que temblaba.
Llegamos a la locación donde citaron a Rick, nos bajamos de la camioneta, Daryl llegó en su moto y al pisar el suelo Phillip me miró con su único ojo, un escalofrío recorrió mi cuerpo, pequeños flashbacks de lo que me hizo la última vez comenzaron a inundar mi mente.
Rick estaba a mi lado izquierdo, di un paso atrás y tomé su muñeca, la apreté para resistir ante los recuerdos que me acechaban. Rick y Hershel entraron a la pequeña cabaña junto a los hombres del gobernador.
Daryl y yo estábamos fumando en el exterior de la cabaña, había silencio, solo podía pensar que haber venido había sido una mala idea y que probablemente sea mi último día de vida. El sabor del tabaco, el calor de cigarro y el efecto calmante que hacía en mí me hacía querer más.
-No, ya no.- me dijo Daryl después de pedirle uno más.
-¿Por qué?
-Llevas muchos y ni siquiera deberías fumar, eres una niña.
-No lo soy, probablemente tengo 18 años ya.- me defendí.
-¿Y?
-En México es la mayoría de edad.
-No estamos en México y la mayoría de edad no sirve de nada .
-¿Lo ves? Puedo seguir fumando, por favor.
-No, te dañarás los pulmones.
-Vete al carajo.
Me fui de ahí, caminé alrededor de los contenedores que había en el pequeño lugar, vi a Martínez, uno de los hombres de Phillip, me llevé bien con él en el poco tiempo que estuve residiendo en Woodbury.
-Queta, ¿cómo estás?- me dijo al verme.
-¿Qué quieres?- respondí y me senté a un lado de él.
-Ví que estás rodeada de gente mayor, como te gustan, ¿cuál de todos ellos es tu pareja ahora?, ¿el anciano?- rió.
-Imbécil.- me puse de pie.
-No te vayas, Queta. Es broma, lo sabes. Ven acá.- abrió sus brazos y con una sonrisa en su rostro me dio un abrazo.
-Te odio, Martínez.- le dije en medio del abrazo. Nos soltamos.
-Lo sé. Pero cuéntame, ¿qué tal la vida en prisión?
-Es bastante cómoda, ¿Andrea sigue con ustedes?
-Sí, ahora se acuesta con Phillip.- nos miramos, algo dentro de mí se revolvió. Martínez era de los pocos que sabían de Phillip.
No dije nada, dudo que Andrea sepa de los actos del gobernador conmigo.
-Le mandas mis saludos.- terminé la conversación. Regresé con Daryl.
Poco tiempo después salieron de aquella reunión, nos acercamos, Phillip se paró frente a mí, me tomó de la mano y me llevó lejos de todos, me negué al principio pero me dijo que no me llevaría al pueblo y no me haría nada, confié, pues estábamos a unos metros de todos, de dónde podía ver a Hershel y a Daryl y con eso me bastaba, si intentaba algo podrían verlo y ayudarme enseguida.
-Queta, no te quiero a ti, quiero a Michonne y a Merle, diles que por su bien necesitan regresar, tu nuevo líder es un idiota y sé que no hará lo mejor para ustedes, necesito que me los entreguen con vida.- dijo.
No respondí, me temblaban las piernas, sudaban las palmas de mis manos, no podía verlo a la cara. No sabía que sentir, estaba enojada y a la vez tenía miedo. Impotencia y rabia sentí todo ese rato.
-¿Qué te pasa?
-Mataste a mi madre...
-Ella se lo buscó...- respondió desinteresado.
Le di una fuerte cachetada. Cuando volteó a verme tenía el ceño fruncido, estaba enojado.
-No vuelvas a tocarme.- tomó mi cara con una de sus manos, la apretó, me acercó a él a tal punto de ponerme en puntillas, luego me besó y me empujó haciéndome caer.
Escuché pasos correr hacia mi, Daryl ayudó a levantarme del suelo.
-Idiota, no le vuelvas a poner un dedo encima o estarás muerto antes de que te des cuenta.- escuché decir a Daryl.
No vi a nadie más, caminé con la mirada en el suelo, no quería saber nada de nadie, ninguno en la prisión sabía lo de Phillip y ahora todos lo sabrán, ¿qué pensarán?
Al subir a la camioneta solo hubo silencios incómodos, miré por la ventana todo el camino de regreso, no quería hacer contacto visual con nadie. Al bajar de la camioneta, Daryl se me acercó, sabía que quería respuestas. Quise entrar con todos pero me tomó del brazo y dejó que todos entraran excepto nosotros.
-Espera, necesito que respondas algo.- me dijo.
-Daryl, por favor. No quiero hacerlo.- lo miré a los ojos, su mirada era extraña.
-Es importante.
Cuando al fin estábamos solos pude hablar.
-No sé que quieres escuchar exactamente.
-¿Por qué te besó y luego te tiró al piso?.
-No quiero que le cuentes a nadie, ¿si?- asintió con la cabeza. -Cuando llegué a Woodbury, Phillip siempre fue atento conmigo, amable, lindo, creí que solo era cortesía pero a los días empezó a enviar flores a mi casa bajo la excusa de que era para darme la bienvenida.
-Que imbécil.
-Y yo empecé a coquetearle después, al inicio era divertido, creí que sería bueno, ¿sabes?, dormía en su casa, me trataba bien, nadie lo sabía, claro. Eso lo hacía más interesante, después el pueblo comenzó a hacer teorías y a señalarme, me defendió frente a todas las personas de ahí, nos acostamos un par de veces, luego llegó el mentado amor.
-Dios mío, Queta, ¿Lo amaste?
-No, por dios, Daryl, no tengo 13. Él me dijo lo mucho que me amaba, el sexo se volvió mejor, todo era tan espontáneo, pero cuando Michonne decidió irse se volvió contra mí, él...-
No quería decirlo, no podía.
-Mató a mi madre.- no era lo que quería decir.
-Por la forma en la que te tomó del brazo y después te tiró al piso, creo que hay algo más que no quieres contarme.
-No hay más. Es todo y realmente me gustaría que nadie supiera, me lastimó mucho y no lo he superado, han pasado días desde la última vez que estuvimos juntos.
-No le diré a nadie. Puedes confiar en mí.
Me dió la mano y juntos las estrechamos.
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2do cap del día 🫶🏻
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Lo Prohibido || Rick G. & Tú
Novela JuvenilVen, déjame verte, déjame conocerte, déjame aspirar a poseerte y tenerte para mí. -Anónimo