Capítulo 05

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Ambos nos calzábamos a toda velocidad, yo me ponía un sobre todo negro y le di al niño un buzo que le quedaba un poco grande. 

- Coge los móviles, ponlos en silencioso.  

Él hacía lo que yo le ordenaba. Mientras yo abrí una cajita de aluminio que tenía bajo la cama y saqué un bisturí de punta de diamante, venía con una funda para evitar cortes. Lo guardé en el bolsillo del abrigo junto con dinero, una tarjeta de crédito y un encendedor. 

Corrí hacía la cocina y cogí un cuchillo, se lo di al niño.

- Escucha, no es para que se lo claves a nadie, así que no te asustes, es por si tienes que cortar alguna soga, o algo así - se lo metí en el bolsillo del Huddy- y en última instancia, sólo en última instancia, puedes herir a alguien con eso. Olvida que lo tienes, a menos que lo necesites. ¿Me oíste?

Asintió.

- ¿Cómo vamos a salir sin que nos vean bajar? - preguntó. 

- Pues... subiendo. - me miró confundido. 

- Ven, camina rápido pero sin correr, no me sueltes la mano.

Me asomé por la puerta, y aún no había llegado nadie al cuarto piso. Salimos, dejé la puerta sin llave, no iba a perder tiempo cerrándola. 

Caminamos hacia el final del pasillo a la escalera y subimos hasta el 5to piso, miré a todos lados, el lugar estaba oscuro y en silencio todo el mundo dormía, mi corazón latía agitado.

Subimos un piso más hasta llegar a la azotea. El viento golpeaba con fuerza, había unos ladrillos de una construcción vieja ahí arriba, así que los usé para trabar la puerta y que no pudieran abrirla.

Ahora venía la parte difícil. 

-¿Greg, escucha ves ese edificio de ahí al lado? - Lo señalé, estaba a una distancia muy pequeña. - Son edificios hermanos, los hicieron juntos, y son iguales porque tienen el mismo dueño. 

- ajá... - su voz se escuchaba temblorosa. 

- Bueno tenemos que llegar ahí para bajar por el otro edificio sin que nos vean.

- ¿Hay que saltar? - sus ojos me miraron aterrorizados.

- No. no. Hay una escalera de emergencias que conecta los dos edificios. - Me acerqué al borde del lugar y se la mostré. - No te voy a mentir, no se ve bien, está oxidada. Pero no tenemos otra forma de irnos.

Bajar unos escalones a tanta altura no daba tanto miedo como caminar en ese deteriorado intento de puente aéreo. Gracias a dios nunca tuvimos que evacuar el edificio en caso de incendio por aquí porque la estructura a duras penas nos sostenía a nosotros dos. 

- Ya casi llegamos, tranquilo. Solo unos cuantos pasos más.

Trataba de no mirar para abajo para evitar que mi temor por las alturas se apoderada de mi, aunque en este momento de adrenalina, solo fue un pensamiento muy inconsciente. 

Llegamos a piso firme y repetimos la bajada de escaleras, por todos los pisos hasta llegar a planta baja.

Nos escondimos detrás de una columna. 

- Escucha - susurré- No nos pueden ver pasar o harán preguntas. Hay que salir sin que nos vean. 

El recepcionista estaba en su escritorio, cumpliendo con su labor de manera muy diligente, a diferencia de Frank quien solía quedarse dormido pasadas las 9:30

- Déjamelo a mi. - habló bajito y caminó hasta una maceta que decoraba el lugar.

- ¿Qué haces? - le hice la seña con la boca. El tomó una piedra y me la mostró. Luego señaló un lugar del otro lado de la recepción y entendí. La lanzaría para hacer ruido lejos y poder salir sin que nos vean, era un niño inteligente.

Sombra RusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora