Un Verso de Tres

Recomendación musical: (Just Lik) Starting Over - John Lennon

<< ¿Piedras? ¿Dónde quedó el -pip- que se escuchaba? ¿No estaba en el hospital conectado a millones de tubos? Me levanto de la cama y me miro en el espejo. Mi cabello negro está de vuelta y todo está como en 1965. Una piedra más, me asomo. Ahí están ellos, jamás podría olvidar los ojos de Haz, o el cabello rubio de Dris. No puedo creer que esto sea cierto. Se supone que ahora estoy en mi ¿cielo? No me importa, ellos están aquí. Bajo corriendo las escaleras, y abro la puerta de golpe, ni siquiera me molesto en cerrarla. Me lanzo sobre uno de ellos para abrazarlo con mucha fuerza y lo tiro de su bicicleta.

- ¡El manubrio... el manubrio está en mis bolas! – dice Dris mientras yo sigo abrazándolo.

- ¿Tienes? – pregunta Haz riendo.

Lo suelto, y me levanto despacio cuando veo a Haz mirándonos con una sonrisa. Dris se queda en el suelo haciendo drama. Haz se para de la bicicleta y la deja caer para abrazarme.

- ¡Auch! – grita Dris. La bicicleta de Haz le había caído en el tobillo, pero Haz sigue abrazándome y hasta se cuelga de mi como si fuera un changuito. - Claro. - dice Dris intentando levantarse. – Nadie se preocupe por el rubio.

Entre Haz y yo levantamos a Dris. Cuando está completamente de pie se sacude y se peina un poco.

-Tú y yo. – le dice a Haz señalándolo con el dedo. – Luego hablamos...

Me mira y me sonríe. Luego me abraza y me despeina. Hace mucho tiempo que no nos abrazábamos así. Puedo volver a sentir nuestra antigua amistad, esa que jamás se fue. Por la calle viene corriendo Ringo, mueve su colita y me lame la mano, yo lo acaricio.

-Yo mejor me voy adelantando. – dice Haz.

-No, estúpido niñito burlón. – dice Dris tomando a Haz por la cintura y jalándolo hacia él. - ¿Quieres comprobar lo que preguntaste? – dice Dris con su voz seductora refiriéndose a la pregunta de las bolas. Comienzan a besarse. Qué digo besarse... citando a mi nieto mayor "tragarse".

-Oigan estamos en vía pública. – digo para interrumpirlos. – Digo... por si no se acordaban. - Dejan de besarse y Dris me da un golpe en el hombro.

-Ve por tu bicicleta antes de que no pueda contenerme más. – dice Dris prendiendo fuego en Haz. Yo corro por mi bicicleta.

-Ya fui espectador muchas veces. – digo con sarcasmo mientras me subo a la bicicleta. – Serán noviecitos y lo que quieran, pero, ya, dinos Haz ¿Quién lo hace mejor? – comienzo a reír.

-Hijo de...- dice Dris. Yo comienzo a pedalear lo más rápido que puedo. - ¡Vuelve, Riley! – dice Dris entre molesto y riendo.

- ¡Espérenme! – grita Haz detrás de nosotros. - ¡Par de idiotas! – Haz acelera y logra alcanzarnos. – Los últimos 2 en llegar pagan las cervezas.

- ¡Oye, Haz! – dice Dris. - ¡Creo que se te cayó tu cuaderno!

Haz se detiene un poco y voltea hacia atrás, luego recuerda que el cuaderno ni siquiera lo saco de casa.

- ¡Tramposo! – le grita Haz.

- ¡Yo diría que fue astuto! – grito.

- ¡Pues claro que lo fue! – grita Dris. – ¡Soy Dris Moore! ¡El vaquero más astuto! – Dris suelta su manubrio y vuelve a tomarlo. – Oye, Aristóteles. – me dice volteando. – ¡Creo que vas perdiendo!

- ¡De hecho, creo que ambos van a pagarme! – grita Haz que había tomado la banqueta para cortar camino.

- ¡Lo que mi poeta quiera! – grita Dris.

Es bueno volver a casa, y casa no siempre es un lugar.>>

Es así como los tres amigos vuelven al lugar donde comenzaron. La cantina de Jerry. Weddington es una ciudad aburrida, claro, esa es la regla de las ciudades pequeñas, pero si te fijas bien en esa cantina en especial encontraras a 3 amigos. Uno de ellos es el culpable de que la música de Elvis suene siempre en la Rockola; El otro, siempre su opuesto, vive tomando cerveza y molestando al rubio de vez en cuando; y al otro, bueno, es Haz, siempre en su cuaderno escribiendo versos para su amado Dris y su fiel compañero Tom, o como Jerond dice: "las dos ratas radioactivas".

Como Haz alguna vez lo hizo... Cada vez que escuches a Elvis, recuerda a Dris, el chico rebelde. Cada vez que mires a la Luna, recuerda la manera en que Tom lograba verla reflejada en los ojos del poeta. Cada vez que leas un poema, recuerda el verso de tres que Haz logró escribir a detalle. Y cada vez que lo necesites, vuelve a Weddington 1965, porque siempre encontrarás abierta la cantina de Jerry para una cerveza más.