Es hora de levantarse para poder llegar a tiempo al camión. Dris decide que no dirá nada sobre su escape con Haz, porque para él es mucho mejor que ninguno de sus padres sepa en dónde está. Se levanta y se da un baño caliente. Se coloca su traje de milicia y se abrocha sus pesados botines. Como siempre, baja a la cocina y toma una manzana verde, cree que las rojas son extremadamente dulces. Por última vez, antes de no volver a casa, recorre los cuartos y pasillos. Sus padres jamás se despiertan para despedirse de él. Mira las fotografías colgadas en la pared de las escaleras y se encuentra con una en donde su padre está cargándolo y lleva puesto su sombrero de militar, ojalá todo fuera así. También encuentra una fotografía en donde está sobre un cabello de la milicia, y por último, una fotografía en donde está con Tom, su mejor amigo.
En esa foto, están los dos con lentes de sol y una cara de chicos malos en el patio de la casa de Dris. Ambos siempre soñaron con comprarse motos y ser los más temidos de la ciudad de Weddington. Nunca hubo rencores entre ellos. Esa foto le desbloqueo muchos buenos momentos con Tom, como cuando Tom lo ayudó a escapar de los directivos de su escuela por haber copiado en su examen aún cuando Tom no estaba de acuerdo.
Recordaba cuando ambos jugaban en las calles de Weddington e intentaban infiltrarse a la cantina de Jerry siendo menores de edad, o cuando adoptaron a una ardilla que siempre bajaba del árbol de la casa de Dris y le llevaban de comer. Si alguno se caía de su bicicleta y se raspaba la rodilla estaba el otro para ayudarlo a levantarse y limpiarse la herida, "arriba, vaquero", esa frase solucionaba cualquier dolor. Dris jamás lo aceptó, pero admiraba mucho a Tom, era como su hermano mayor, a pesar de tener la misma edad. Era Tom quien le daba los mejores consejos cuando peleaba con sus padres, era Tom quien le sacaba una sonrisa cuando nada estaba bien, y era Tom su ejemplo de valentía. Contaba con él para todo, pero ninguno de los dos niños que jugaban a los vaqueros esperaban enfrentarse a un villano tan grande: el amor.
Cuando Dris comenzó a acercar los recuerdos más a su presente, la sonrisa que se había dibujado en él, se apagó. Ahora todos esos momentos eran sólo recuerdos. Saliendo de sus pensamientos, se dio cuenta que tenía los dedos sobre la fotografía de él y Tom, y soltó unas cuantas lágrimas, pero se las limpio decidido y se fue.
Haz ya había llegado al lugar donde los recoge el camión, claro, después de volver a despedirse de su madre y, por supuesto, de Ringo (por lo menos hasta que volviera por él, debía ser un integrante más de la familia Pierce-Moore), fue un mar de lágrimas, pero sabía que seguirían en contacto y Laura no podía evitar sentirse feliz por su pequeño Haz. Parecía broma, pero Haz llevaba puesto el anillo que Tom le había dado, después de todo, Tom se había quedado con él en los momentos más difíciles, pero no podía ni imaginarse como iba a reaccionar ante la escapada de ambos.
Tom y Dris llegaron al mismo tiempo, Haz los miró a ambos casi corriendo por llegar, y sabía que por fin había tomado su decisión, su número uno siempre había sido Dris. Saluda a ambos, hace mucho tiempo que no estaban los tres solos y sin pelear, pero claro que había una gran tensión. Los tres suben al camión y se marchan.
Mientras están en camino, Dris logra ver una mariposa blanca revoloteando en su ventana, y lo ve como un buen augurio en su escapada con Haz, como si se tratara de una señal de Jerond para decirle que todo estaría bien. Haz viene sentado al lado de Tom, y Dris alcanza a ver como Tom intenta estirar el meñique para hacer el más pequeño contacto con Haz, pero Haz, les repito una vez más, es Haz, siempre en su propio mundo, viene asomado y observando el paisaje que forma el bosque por la ventana.
Cuando llegaron al campamento militar comenzó a llover, y los enviaron a todos a sus cuartos. Haz se preguntaba si Dris ya tenía el plan para escapar y exactamente en qué momento pasaría. El campamento estaba rodeado por militares profesionales que no permiten que nadie entre o salga, pero claro, son amigos de Dris, aún así ¿qué iba a decirles Dris? "Con permiso, muchachos. Voy a escaparme con el hombre al que amo", seguramente que sí.
Por su lado, Dris ya tenía todo un plan armado sólo debía afinar algunos detalles. Tom notaba algo extraño. Dris y Haz parecían ahora estar en las mejores condiciones del mundo, ambos se veían bien, felices, pero cuando se besaron en el bosque después de la escena de Haz en la cantina, no se veía para nada felices. Tom no podía quedarse con dudas, así que revisaba el dedo de Haz para confirmar que mantenía su promesa con él, y el anillo seguía reluciente en la mano de Haz, eso le daba tranquilidad a Tom. Además, Dris le había cedido en persona a Haz, así que... ¿Qué sería lo más grave que podría pasar?
- ¿Tienes hambre? – le pregunta Tom a Haz. – Puedo ir por algo al comedor, quizá ¿fruta? – La lluvia ya casi había parado, y en el comedor siempre había fruta y agua.
-Sería maravilloso. – le responde Haz. – Oye ¿sabes que le pasó al tipo que dormía aquí?
-Murió.
- ¡¿Qué?! – dice Haz casi ahogándose con su propia saliva.
-Es broma. – Tom se ríe. – No tengo idea.
-No bromees con eso. – Haz se ríe lo menos que puede. – Tonto.
Tom sale y va por la fruta. Mete sus manos en las bolsitas de su saco militar, y camina bajo las pequeñas gotitas de lluvia. A pesar de que ya no llueve tanto, los relámpagos y truenos siguen siendo muy fuertes. El ambiente es muy sombrío, incluso se escucha el sonido que emiten los cuervos negros parados en las ramas de los árboles que rodean el campamento. Hace mucho frío y el sol ni siquiera se asoma.
Cuando vuelve al cuarto, encuentra a Haz escribiendo, como de costumbre. Le lanza una mandarina y Haz la come como un niño chiquito. Tom en serio no puede evitar enternecerse con todo lo que hace el castaño. Algo está gritando dentro de Haz que le diga a Tom lo que pasó con Dris en el ático, pero sabe que no va a caerle bien la noticia a Tom, así que intenta guardarlo.
Los generales encargados aprovechan el lodo para llevarlos a la pista de obstáculos, y toda marcha con tranquilidad. Luego viene el combate cuerpo a cuerpo, y sí, de nuevo viene Barnes a que todo el mundo le aplauda. Tom también participa contra Raoul, el amigo de Haz. Todo va muy bien y tranquilo por primera vez. Dris se ve muy feliz. De vez en cuando, Haz le tira una miradita, y Dris hace lo mismo, sólo para asegurarse de que su chico está bien.
Llega la hora de la comida y Tom se sienta junto a Haz, pero hoy hay una sorpresa, Dris se sienta frente a ellos.
-Volví par de tontos. – dice Dris riendo. - ¿Me extrañaron? – Tom realmente está preguntándose de qué carajos se perdió, pero decide fluir con normalidad. Ahora parece que todo está mejor que nunca.
-Para nada, Moore. – responde Tom con una sonrisa. Haz ni siquiera puede creer que están hablándose.
- ¿A qué debemos su maravillosa presencia, soldado Moore? – pregunta Haz con un tono juguetón.
-Les hago el favor de darle luz a sus vidas, idiotas.
-Uf, y no sabes cuánto. – dice Tom mientras lee el periódico del día.
Dris se ríe. Aprovecha la distracción de Tom para guiñarle el ojo a Haz, y Haz se ruboriza, después de todo, Dris no ha perdido el toque. Terminan de comer y toman sus clases teóricas. El día avanza perfecto. Cenan y se van a la cama. Un día más en el ejército.
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Un Verso de Tres
Roman pour AdolescentsUna nueva perspectiva a un triángulo amoroso, esta vez uno homosexual en los años 60's. Tres amigos que se enfrentan a las consecuencias del amor, la traición y los celos. Muchas veces no hay vuelta atrás.