Dris siempre ha sido rebelde, es algo que su padre le recuerda todo el tiempo. Es por eso que la mayoría del tiempo están peleando, pero aún recuerda como era su relación antes de llegar a la adolescencia. Solían pescar en el verano, mirar las estrellas en el bosque, cocinar juntos; pero después de salir de la secundaria todo cambio. Justo ahora se siente libre, sus padres salieron a su casa del campo y él no pudo asistir debido a su servicio militar. Le quedan dos días para disfrutar de la comodidad de su hogar antes de volver al cuartel.
La casa está llena de latas de cerveza, el clima hace que se vea oscuro dentro, el humo de sus cigarrillos llena la sala. Él tiene el cabello mojado y alborotado, está acostado en el sillón más largo con los pies colgados, la música de la radio con For Your Love de Eric Clapton, y el teléfono de cable pegado a su oreja derecha, apenas se entiende lo que dice por el cigarrillo que tiene en la boca.
-Madre, la casa sigue de pie. Ustedes disfruten. – dice al teléfono – No madre. No estoy fumando.
-Sabes que tu padre lo desaprueba.
-Si, claro que lo sé. – Dris mira una fotografía de su padre y levanta el dedo medio hacia él, suelta el humo en dirección a la foto.
Tocan la puerta. Dris se levanta emocionado del sillón y estira el cable del teléfono lo más que se puede para llegar a la puerta. En su camino y sosteniendo el teléfono entre su hombro y su mejilla, levanta lo más que puede de basura. Al abrirla se da cuenta que es una de las chicas del bar, odiaba el hecho de que todo el pueblo supiera donde viviera por culpa de su padre el exteniente militar Moore, además que un día en la cantina grito su dirección estando borracho. Decide cerrar la puerta como si la chica no hubiese estado ahí, y vuelve al sillón decepcionado.
Continúa hablando con su madre que está muy triste por no haberlo esperado para sus vacaciones. Vuelven a tocar la puerta al cabo de cinco minutos. Abre la puerta. Esta vez su rostro señala otra expresión, una de satisfacción, esa sonrisa ladeada que dejaría en el piso a cualquier chica, pero este no era el caso. Le molestaba a Dris no ser el centro de atención para esa persona, aunque a una parte de él le gustaba porque lo obligaba a llegar a sus límites, ¿qué no haría él por tener aquella mirada? Por lo regular sus planes no fallan, si quiere algo lo obtiene, así es Dris, y esta vez no era la excepción. Todo había salido de acuerdo a su plan.
¿Había caído la presa? o ¿Él era la presa? Honestamente, no le importaba serlo. Si aquella persona le pidiera hincarse y suplicarle lo haría sin dudarlo, es más, ni siquiera sería necesario que se lo pidiera, su simple y bella existencia era suficiente para que Dris estuviera rendido a sus pies.
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Un Verso de Tres
Teen FictionUna nueva perspectiva a un triángulo amoroso, esta vez uno homosexual en los años 60's. Tres amigos que se enfrentan a las consecuencias del amor, la traición y los celos. Muchas veces no hay vuelta atrás.