El novato

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Si los calentamientos lo habían dejado agotado, no sabía lo que le esperaba, pobre Haz. El General Gutiérrez si que imponía. Era frío, su voz era fuerte y era alto, además de que las insignias en su uniforme resplandecían radiantes en su pecho.

-Saben como funciona, nenitas. – Todos se quedaron callados y esperando la orden. – Formen filas. – y lo hicieron de inmediato. – Combate cuerpo a cuerpo, el primero en caer al piso será el perdedor. ¿Voluntarios?

Barnes levantó la mano con orgullo y superioridad. Todos lo alardearon, incluyendo al General.

- ¿Quién se atreve a pelear con nuestro campeón invicto? – dijo el General riendo.

Dris no puede evitar levantar la mano. Como siempre quería llamar la atención, pero ahora quería hacerlo mucho más, Haz estaba ahí, y debía mostrarle lo bueno que era en combate. Haz lo mira asustado, Dris busca con la mirada a Haz y le guiña un ojo. Se coloca en el lugar de combate y comienza, Barnes es muy hábil, pero Dris es más rápido, ninguno se rinde fácil. Dris le da un golpe en el estómago y le saca el aire, aprovecha eso para darle un golpe en el talón y tirarlo por completo. Dris gana el combate y todos le aplauden, pero los únicos halagos que le importan son los del castaño.

-Siguientes... Riley, al frente. Y...- el General recorre las filas con los ojos, mientras Dris toma su lugar de nuevo y le lanza un beso sarcástico a Barnes. – El novato, Haziel Pierce.

La sonrisa de Dris se esfuma, y mira a Haz preocupado, luego mira a Tom con una mirada retadora. Ambos chicos pasan al frente.

-Muéstrale como se hace. – le dice el General a Tom.

-No puedo señor. – dice Tom de inmediato.

- ¡Qué marica! – grita Barnes.

- ¡Silencio, Barnes! Y no fue pregunta señor Riley. – dice el General enojado. Haz traga saliva con dificultad y Dris mira muy atento a cualquier movimiento.

Tom exhala, se acomoda y le comunica con la mirada Haz para que tire el primer golpe, pero es tan torpe el golpe que se iba a ver planeado si Tom no lo esquivaba, Tom responde con un golpe. Intenta no tirarlos tan fuertes porque no quiere dañar a Haz, pero los abucheos y comentarios de sus compañeros de tropa, "¡Marica!" "¡Golpéalo, cobarde!", no quería que lo catalogaran así. Cegado por su orgullo Tom comenzó a tirar verdaderos golpes que Haz esquivaba a veces de suerte, Dris desde donde estaba sentía el dolor de ver como golpeaban la delicada piel que él acariciaba. Con lágrimas en los ojos Tom tiró un golpe que dejó de rodillas a Haz. Estaba en el suelo arrodillado ante Tom, su labio inferior estaba pintado de rojo en una parte, tenía un rasguño que le sangraba en la ceja, y sus lentes estaban en el piso estrellados.

- ¡Acábalo! – dio la orden el General.

Tom tenía el puño derecho cerrado y listo para tirar el golpe. Y cuando decidió hacerlo, alguien le detuvo el puño con una fuerza brutal. Era Dris, comenzó a tirar golpes y se metió en el combate, Haz estaba en el piso buscando con las manos sus lentes, se los puso, aunque estuvieran rotos, y no podía creer lo que veía, a las dos personas más importantes que tenía golpeándose. Y como era de esperarse, Dris ganó. Tom estaba en el suelo ahora.

-Eres un maldito hipócrita. – le dijo Dris a Tom muy de cerca. De inmediato, el rubio corrió para levantar del piso a Haz.

-Moore, está no era tu pelea.

-Lo sé, señor. Enfrentaré las consecuencias. – dijo Dris sin darle importancia y dándole la espalda a todos para llevarse a Haz de ahí.

-Irás al cuarto gris por la noche. – dijo el General. Dris se paró en seco, pero continuó avanzando.

-Sí, señor.

Cuando Tom logró incorporarse miró como se iba Haz con Dris completamente acabado. No podía creer lo que había hecho.

-Buena paliza, Riley. – le dijo Barnes y pasó por su lado.

Un Verso de TresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora