Una viuda

198 31 1
                                    

Hola, hemos llegado al penúltimo capítulo, pronto más historias, lo más probable es que sea una actualización de El grial de piedra, sin más que lo disfruten.

¡¡Feliz año!!

.

.

.

-Yo los amé, a todos- explica la señora Luthor abriendo la primera página-. A Jack fue breve pero lo amé, amé a Ashton, y a Warren.

Kara ve la foto, Lena vestida de novia, del brazo de un rubio alto de ojos azules.

-Te ves hermosa- suspira-. ¿Quién es él?

-Mi segundo esposo Ashton, él aún era hombre, con sus virtudes y defectos, Warren en cambio, era un monstruo...

Pasa las siguientes páginas, la mayoría de las fotografías son de Lori creciendo, con ellos, como una familia de catálogo, perfectos. Casi siente envidia; la voz de su amada suena distante soltando cualquier dato de algunas fotos, sin embargo, no deja de pasar las hojas, como si buscara algo en particular, entonces se detiene en lo que parece el recorte de un periódico, en la imagen se ve a ambas mujeres Luthor vestidas de negro al pie de unas escaleras observando a un conjunto funebre cargando un ataúd.

Aunque vuelve a dar vuelta a la página de manera casi ceremoniosa. En la siguiente foto Lena está sentada en el regazo de un hombre asiático.

-Aqui estás, Warren Choi, el peor error de mi vida.

La señora Zorel la mira ahora ella, su semblante es triste como nunca lo había visto.

-El nuevo siglo había empezado, yo trabajaba sesenta horas a la semana sacando a flote mi compañía- explica la mujer-. Lori estaba en la adolescencia, fue una época difícil, luego en una cena cualquiera de negocios conocí a Warren, se presentó como ese respiro de aire fresco, pero él, solo me veía como un pedazo de carne.

-¿Cómo?

-Un accesorio bonito, él era un mafioso, obvio no lo supe al instante, sin embargo, encontró la manera de hacerme obedecer cualquier orden, envió a Lori a un internado y me amenazaba con hacerle daño, así me convertí en su muñeca.

La rubia señora se masajea las sienes, no puede entenderlo.

-¿Sabes? Me cuesta creerlo, no quiero descalificar tu sufrimiento, es solo que la gente debería ser lo mínimamente decente.

Lena sonríe.

-Si, debería.

-¿Y cómo escapaste?

-Me obligó a casarme con él para usar mi empresa como lavadero de dinero, sé que suena como una época oscura, pero con él haciéndose cargo de todo pude descansar por primera vez en años y todo ocurrió demasiado rápido, yo ya tenía más de 30, cuando se aburrió de mi buscó a la siguiente heredera que le sirviera y me traspasó con un socio, alguien conocido para los dos, Rafael Rojas.

Los engranes giran lento hasta que la señora Zorel lo comprende.

-La directora es quien está detrás de todo esto, es a él a quien vas a ver en la habitación 753.

La señora Luthor frunce el ceño ante eso.

-Cerca, visito a su esposa. Escucha cuando Warren me entregó junto a mi empresa, a cambio Rafael le dió carta abierta en el extranjero para sus negocios. Me sentí como ganado, aunque para mí fortuna Rafael era encantador, educado, romántico, con ese magnetismo latino, el único detalle es que ya estaba casado, sin embargo, Andrea no se lo tomó a mal, al contrario le encantó la idea.

Una taza de té por la tarde.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora