Final

331 35 10
                                    

Título verdadero: Cuarta taza

Muchas gracias, terminamos esta y seguimos, ya pronto más capítulos de las demás, sin más que lo disfruten.

Aunque puede que en un futuro suba otra historia de ellas siendo viejitas, me gustó la trama.

.

.

.

Un número incalculable de cosas ocurren a lo largo de la vida, y verse metida en un drama intenso de mafiosos no fue algo que la señora Zorel esperara que le sucediera después de los 65 años, pero pues... Pasó.

-Kara, dime algo- pregunta mientras suben a la camioneta-. Sé que tienes a tus amigos en el asilo, pero ¿Te gustaría vivir conmigo?

La rubia señora se mantiene en silencio con la boca abierta, solo el sonido de la puerta cerrada por el chófer la hace reaccionar.

-¿Vivir contigo?

La señora Luthor se avergüenza, sus mejillas se pintan carmín.

-L-lo siento, debes pensar qu- que no soy buena opción más allá del placer después de todo lo que has descubierto de mi- con cada palabra se enconje más en si misma-. No importa, sigamos juntas aunque sea solo para tu placer, yo, yo te lo suplico.

-¡Lena!

-¡Lo siento! De verdad, no debí proponerlo.

Alarmada, la señora Zorel se acerca a tomarla de las mejillas al verla tan afectada.

-Oye, mírame, tranquila, tienes derecho a una voz, a tener ideas.

Lena comienza a llorar.

-Lo siento.

-No hiciste nada malo, ni al pedirme vivir contigo, ni siquiera pienses que debes pedirme perdón por llorar, solo me sorprendiste ¡Sería la más feliz de vivir contigo!- su novia suspira, mirándola incrédula-. Pasar cada día que me queda contigo sería un honor, no miro tu pasado con desdén, lo único que me produce es rabia por no haber estado ahí, contigo, apoyándote.

-Kara.

-Dime lo que quieras, comparte cada idea que tengas, yo te escucharé.

El auto en movimiento gira en una esquina lo que las junta un poco más.

-¿Entonces lo harás? ¿Te mudarás?- pregunta Luthor volviendo a su lugar para limpiar sus lágrimas.

Zorel la mira en silencio con una sonrisa, en lo que Lena busca unos pañuelos en su bolsa.

-Si ¿Sabes? De joven pensaba que al final de mi vida moriría en mi casa, rodeada de mi familia, eso incluía a una hermosa esposa, pero a los 63 no tenía ni casa propia, ni familia, por lo que me recluí en asilo, y si, digo recluir porque ya no podía salir, no tenía familiares que velaran por mi, así que gracias por permitirme ver la ciudad por primera vez en años, vivir contigo será mi sueño hecho realidad.

Lena abre la boca sin creerlo, Kara no veía nada más que los terrenos del asilo y ella conoce las reglas, debió ser muy opresivo, en especial si no tenía visitas.

-Dios- suspira mirando al piso del auto sorprendida, tiene tantas ideas.

¿Qué más no ha visto? ¿Ha salido alguna vez del país? ¿Europa? ¿El Caribe?

-Estoy tan emocionada, amo tu casa, me gusta escuchar tus historias de como la decoraste y las vistas de Lori y Lutessa me fascinan, deberíamos salir más seguido con los Wayne- sigue la rubia señora-. Aunque también podríamos regresar a visitar a los amigos ¿No crees?

Una taza de té por la tarde.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora