Primera taza

296 44 11
                                    

Gracias por todo el apoyo, hay mucho amor hacia nuestras viejitas :) así que seguiremos viendo sus andanzas, y se que esto es muy hermoso, sin embargo, creo que algo de sabor puede enriquecer la historia.

Kara no tiene sus poderes, aclaro, sin más que lo disfruten.

.

.

.

Ha pasado una semana desde que Lena se mudó al asilo y Kara sigue teniendo estos roces con ella, sorprendentemente no la ve todo el tiempo, ya que la mujer pasa todo el día en la biblioteca, y toma al menos una de sus tres comidas en su cuarto.

Al menos están juntas en bordado, quería darle una flor, aunque tuvo que descartarlo por circunstancias ajenas a ella, pero la señora Zorel está dispuesta a dar un poco más de si; entonces una tarde de martes cualquiera, decide ir a visitarla directamente a su cuarto. Sabe que está ahí, puede escuchar música venir desde el interior, lo que la anima a tocar.

Tres golpes firmes bastan, deteniendo la música que deja en evidencia unos pasos acercándose a la puerta, y pese a toda esa anticipación, la rubia señora pierde el aliento cuando tiene a la elegante mujer frente a ella sonriéndole.

-¡Oh Kara! Estas son las visitas que me gustan.

Los ojos azules parpadean reaccionando.

-Buenas tardes- saluda-. Bella dama me ha tomado por sorpresa y usted es bastante difícil de localizar, me preguntaba ¿si le gustaría unirse a mi en la clase de danza? Puedo mostrarle mis mejores pasos- ofrece cerrando los puños y moviendo sus caderas, bailando pues.

A lo que Lena se lleva una mano al pecho.

-Acepto encantada ¿a qué hora es la clase?

La rubia se detiene con una sonrisa.

-En una hora.

-Más que perfecto- dice Luthor mirando hacia atrás-. ¿Quieres pasar? Tengo té y galletas.

-¿Galletas?

Eso atrae a Kara al cuarto como un oso a la miel, sin embargo, se queda boquiabierta por la habitación, no se parece a ninguna otra de asilo. En primera, es como el doble de tamaño que las demás, tiene un vestidor privado, el baño en definitiva es más grande con tina y tiene una terraza. Es casi un departamento.

-Wow, no sabía que esto estaba aquí.

-¿Las demás habitaciones no son así?- pregunta Lena pasando por su lado.

-No, son solo cama, un armario y un baño, suficientemente amplio para silla de ruedas- responde siguiéndola a la terraza.

Ahí hay una pequeña mesa con dos sillas, una usada de perchero donde han abandonado un suéter, sobre la mesa hay un juego de té de aspecto caro y un libro, Un cadaver en la biblioteca de Ágatha Christie, alcanza a leer la rubia, mientras Luthor retira su suéter cediéndole el asiento.

-Por favor, espere aquí- le pide entrando al cuarto para dejar la prenda.

Cuando vuelve, Lena traé una pequeña jarra con agua caliente y un plato de galletas.

-Permíteme ayudarte- dice Kara parándose en el instante en el que la ve batallar por equilibrar la pesada jarra y el plato nada pequeño.

-Gracias- dice la señora Luthor sonriendo-. Es bueno contar con alguien, lamento si son muchas galletas, espero que las pruebe todas.

La rubia devuelve el gesto feliz.

-Oh, bella dama, si quiere a alguien que coma galletas tiene a la mujer indicada frente a usted.

Una taza de té por la tarde.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora