—¿Bromea? — pregunta Jeongin divertido tomando un sorbo de su copa de vino sin dejar de mirar al hombre frente suyo.
Hyunjin negó y rió bajo sintiéndose levemente intimidado por la mirada de Jeongin. El menor posó la copa sobre la mesa y se inclinó levemente, acercándose hacia el rostro de Hyunjin y entrecerrando sus ojos, juzgándolo con diversión.
—Es usted un hombre muy apuesto, no le creo que no tenga a alguien. — Hyunjin rascó nuca.
—Te he dicho que no me hables de usted, no me gustan las formalidades.
—Pero a mí sí me gusta. Me gusta tratar a los hombres con respeto, así ellos pueden tratarme por igual. — dijo posando su mano sobre la mesa hasta tomar la del otro, acariciando con su pulgar la palma de su mano.
Hyunjin miró sus manos entrelazadas con las de Jeongin. Lucían tersas a contrario de la suya, su mano era áspera y grande, la de Jeongin era de tamaño neutral, suave.
—Ven aquí. — le dijo señalando sus muslos. El menor sonrió complacido y se levantó para tomar asiento sobre Hyunjin.
Lo necesitaba, estaba esperando como un loco desde que había llegado, que lo sentara en su regazo, que lo besara o que posara sus grandes y cálidas manos sobre sus muslos.
Pero no lo había hecho en toda la noche y Jeongin lo odiaba. Parecía un loco necesitado, siempre que Hyunjin llegaba iba directamente con él, como si Jeongin fuera suyo y Jeongin lo supiera, corriendo a sus brazos y dejando a su cliente o convenciéndolo de acabar antes su servicio.
No entendía que clase de relación especial tenía con ese cliente, Hyunjin era diferente a los otros hombres, era respetuoso, cariñoso y divertido, le hacía reír siempre que estaban juntos, por torpezas, bromas o simplemente una anécdota que le había ocurrido ese mismo día. Normalmente Jeongin se hacía el interesado cuando hombres solitarios llegaban a contarle su aburrida vida, pero Hyunjin nunca lo aburría, y si parecía hacerlo, le pedía perdón y amablemente le invitaba a tomar la palabra.
Jeongin suspiró aliviado cuando el castaño abrazó su cintura y depositó un suave beso sobre su mejilla. Mierda, ni siquiera había sido alguna insinuación y Jeongin ya estaba derretido entre sus brazos.
—¿Iremos arriba? — preguntó Jeongin pasando sus manos por el pecho de Hyunjin y acomodando el cuello de su camisa negra.
—Lo siento pequeño, pero hoy no puedo. — Jeongin mordió su labio inferior y asintió ocultando su devastadora decepción.
Ridículo, eres un ridículo. Se dijo a sí mismo enojado y reteniendo las inmensas ganas de besar a su cliente.
No debería pasar eso, Jeongin debería sentir asco y no debería ser tan insistente con Hyunjin, debería sentirse aliviado que esa noche no iba a tener que acostarse con otro hombre más, pero era como si su cuerpo se negara y dijera "No, Hyunjin tiene que hacerse cargo".
—Tengo un compromiso y no puedo faltar, de verdad.
—No se preocupe señor. — dijo el menor sintiendo como Hyunjin acariciaba sus mejillas y su barbilla con una sonrisa.
—No te enojes. — Jeongin frunció el ceño. — Sé que querías que me quedara.
—No estoy enojado, para nada señor, se está confundiendo. Este es mi trabajo. — Jeongin se cruzó de brazos.
—Hey, Jeongin...
—No hable, quedan solo cinco minutos y usted debería aprovecharlos si realmente no quiere que está compañía haya sido en vano.
—Jeongin. — lo llamó de nuevo, el muchacho asintió prestando atención aún con su ceño suavemente fruncido. — Jeongin, eres hermoso.
El mencionado sintió como su corazón se detuvo por un instante y luego disimuló relajando sus facciones y riendo suavemente.
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Bonsoir Monseur ❁ HyunIn
FanfictionSi el dinero no compra la felicidad, ¿por qué Hyunjin se sentía en el cielo cada vez que pagaba por una noche con aquel hermoso muchacho? (˖۪❀) Todos los créditos a su autora original ©nattxn. (˖۪❀) Drama y romance (˖۪❀) Hyujin; Top! Jeongin; Bottom