Bonsoir Monseur ❁ HyunIn

♡ : CAPÍTULO XI

—Permíteme ayudarte, Hyung. — dijo Beomgyu inclinándose y acomodándole la almohada, y tomando su mano para ser apoyo y así Jeongin poder sentarse. El menor le sonrió y se inclinó haca su mochila para sacar una caja de cartón y entregársela. — Son galletas, yo mismo las hice, bueno, con un poco de ayuda de mamá, pero las hice.

Jeongin rió y asintió, revolviendo su cabello y sonriéndole.

—Gracias Beomgyu, de verdad. Eres muy lindo. — el mencionado se encogió en su lugar y negó con una sonrisa. Entonces sacó un par de cd's y se los pasó por igual, varias películas estaban allí, la mayoría de comedia romántica. — ¿Son nuevas verdad? En estos últimos meses no he podido ir al cine y me he perdido de éstas. ¿Cómo sabías que me gustaban?

—Jungwon me dijo, quería darte algo para que te sintieras mejor y olvidaras el terror que pasaste ayer hyung, es horrible. — pasó sus dedos en un moretón y miró a Jeongin a los ojos buscando algún signo que le siguiera doliendo. — Esos imbéciles deben de pagar, no puedo creer que te dejaron así por un estúpido asalto. No te lo mereces.

Jeongin cerró sus ojos, agradeciendo a Jungwon que no le dijera la verdad, lo que menos quería era que más personas lo juzgaran por sus acciones, y menos Beomgyu, quien era aparte del mejor amigo de su hermano menor, un buen amigo suyo; y sobre todo el hijo de Hyunjin.

Ya había sido suficiente con su madre y su hermano menor llorando, enojados, frustrados pero sobre todo sintiéndose culpables por las acciones de Jeongin. Casi podía escuchar todavía a su hermano llorándole, diciéndole que iba a trabajar también para ayudar, que no importaba que casi no pudiera hacer nada por sus ataques de asma, que podría trabajar de cajero aunque ganara miserias, pero no quería que siguiera trabajando en aquel lugar.

Gracias a la situación, Sung les había dicho que justo ese día había sido despedido por romper reglas del burdel. Cosa que los había hecho volver a respirar en paz de nuevo. Nunca les diría que fue en el burdel que le habían golpeado y el por qué, lo que menos quería era que ellos quisieran hacer justicia por él y delataran el burdel, sería peligrosos para todos.

Beomgyu suspiró hondo y le sonrió complacido por la visita.

—Debería irme, papá está abajo esperándome, ha de estar desesperado. — dijo Beomgyu con una mueca inconforme, pero en cambio, Jeongin casi saltaba en su lugar y olvidaba el dolor de su cuerpo por querer bajar y ver a Hyunjin, y así poder abrazarlo, besarlo.

—Espera, Beomgyu. Quiero bajar a comer algo ¿Me ayudarías a bajar antes de irte? Si no me sostengo de algo puedo caer. — el menor no lo dudó dos veces y se levantó hacia Jeongin, tomando su brazo y ayudándolo a bajar de su cama.

—Así puedes saludar a papá, estaba muy preocupado cuando supo lo que te había pasado anoche, casi parecía que quería agarrar las llaves del auto y venir a verte. Desde la comida que tuvimos hace semanas en mi casa me di cuenta que te ganó mucho cariño, papá siempre es así con mis amigos pero es divertido ver como se preocupó por ti anoche.

Jeongin sonrió y apartó la mirada, disimulando su felicidad.

Aún recordaba la llamada que Hyunjin le había hecho a Jeongin antes de dormir, sonaba tan alterado por lo ocurrido que Jeongin tenía ganas de abrazarlo y decirle que no importaba. Habían hablado por dos horas, Jeongin le había contado qué había ocurrido y le había dicho que ya no estaba más en Bonne Nuit cosa que tranquilizó a Hyunjin.

Pero no era suficiente, Jeongin quería verlo, quería que Hyunjin le cuidara y le mimara, pero no era posible, no cuando Jungwon y su madre estaban en casa y luciría extraño que él llegara a casa a verlo solo.

—Beomgyu, que bueno que bajas con Jeongin, hablamos con tu padre y está de acuerdo en almorzar con nosotros. — Jeongin formó sus labios en forma recta, sintiendo su corazón retumbar tan fuerte que temía que Beomgyu llegara a darse cuenta. Hyunjin estaba sentado en el sofá, con sus manos en forma de puño, apoyando su barbilla en ellos, podía ver la seriedad que tenía formada en las expresiones de su rostro, estaba preocupado por él.