VOL 2. H2, (HIELO Y BARBARIE)

1 0 0
                                    

Nota:

La historia que esta apunto de ver, no tendrá conexión alguna con la historia del siguiente capitulo, cada capitulo es una historia separada a pesar de contar con el mismo protagonista, esta en universo completamente diferente, si llega a haber una secuela de la historia de este capítulo se anunciara como su parte dos diecho esto disfrute su viaje en la nieve.

Géneros de la historia: Fantasía, otros mundos, aventura, combate, vikingos, romance ligero, gore y nieve

Universo al que se conecta: origen desconocido...

Disfruten de su lectura gracias : ).

Narrativa de autor.

En las frías tierras del norte, donde los vientos cortaban como cuchillas y el rugido del mar acompañaba los días, se encontraba la tribu de los Agnar. Un grupo de barbaros que abandonaron sus costumbres nomadas, para acentarse como dueños y señores de sus tierras, guerreros endurecidos por la batalla y la lucha por la supervivencia.

Adrian diente roto, el más joven y delgado de la tribu, destacaba entre los guerreros fornidos. Adoptado por el líder de la tribu cuando apenas era un niño, llevaba en su mirada la mezcla de agradecimiento y determinación. A pesar de su complexión pequeña, sus ojos brillaban con la ferozidad y calma de un depredador.

comienza en un frío amanecer, cuando el sol apenas iluminaba el horizonte y la niebla danzaba entre los árboles. diente roto caminaba en silencio, con su arco al hombro, se aventuraba en el bosque en busca de presas para alimentar a la tribu. Los demás jóvenes, altos y fuertes, se burlaban de él, murmurando chistes sobre su estatura y esbeltez.

--¿Crees que puedes cazar algo más grande que un ratón, pequeño Adrian?.--. se burló Erik Dientes fuertes, uno de los jóvenes más robustos de la tribu, hijo del mejor guerrero de su generacion, mientras los demás reían a carcajadas.

Adrian, en silencio, continuó su camino sin prestar atención a las provocaciones. Sus habilidades con el arco eran conocidas por todos, pero él prefería demostrarlas en silencio, con hechos más que palabras, siendo debil fisicamente en comparación con sus aliados, y no pudiendo ayudar con la pesca o el combate de presas a corta distancia con lanzas, tradición de su pueblo, este perfecciono su arco y con el sus habilidades.

En las sombras del bosque, Diente Roto, nombre dado por la pequeña cicatriz que cruzaba sus labios, acechaba a su presa. El silencio envolvía cada paso suyo, como un manto de sigilo tejido por la misma naturaleza que le rodeaba. Sus ojos, intensos como los de un búho en la oscuridad, se mantenían fijos en el objetivo: un majestuoso ciervo que pastaba en la penumbra del bosque.

Con la destreza de un cazador experimentado, Diente Roto tensó rápidamente la cuerda de su arco. El tiempo, en ese momento de anticipación, se volvió un concepto relativo. Todo a su alrededor parecía dejar de importar, como si la existencia misma se desvaneciera en la espera del disparo que resonaría en el silencio del bosque.

Cual reloj que se ralentiza, el aire se volvió denso, cargado de expectación. Dicen que los lobos solo tienen ojos para su presa, y en ese instante, Diente Roto encarnaba la imagen viva de uno de ellos. Su mirada, fija y decidida, y la cuerda se suelta.

Al regresar al campamento con su trofeo, los murmullos reemplazaron las burlas. la paz no duraría mucho segun las voces. Esa noche, la tribu se vio amenazada por los Lobos de Escarcha, una tribu rival con la que mantenían viejas rencillas contra el lider, hielo oscuro.

El líder  convocó a una asamblea y Adrian, a pesar de su juventud, se ofreció voluntario para unirse a la primera línea de defensa. Sus habilidades con el arco y las hacha serían fundamentales.

Antología de MalwareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora