Especial: Año nuevo en el Valhalla. Parte 1: Here We Go Again

467 20 118
                                    


La velada navideña había sido un desastre, demostrando que algunos dioses podían comportarse como los humanos en cuanto a realizar desorden, por lo que no comprendieron como esa sonrisa brillante y esos ojos luminosos de iris turquesa fueron suficiente para convencerlos de festejar el año nuevo.


"¿En qué momento nos dejamos engatusar por ese humano?"


Zeus no podía evitar pensar que ese chico casado con Beelzebub era demasiado especial, ya que para convencerlos se había colado en una de las reuniones que sostenía con los demás dioses y llegó en un modo muy amigable, sin embargo, a la primer negativa, Tesla accionó su prisión para dioses volviendo a dar su argumento del por qué debían festejar el recibimiento de la vuelta de traslación terrestre llamada amorosamente "año nuevo" y con tal de salir de aquella jaula, accedieron a realizar otra fiesta.

Por lo que ahora el salón que habían ocupado para llevar a cabo la fiesta navideña, se encontraba siendo decorado con rapidez por Hermes y las valquirias. Había una larga mesa vestida con un mantel tan blanco que lastimaba la vista al verlo fijamente; unas cosas que los humanos llamaban "globos" en tonos blancos, dorados y transparentes; el aroma de la comida inundaba el lugar y como si eso fuera a prevenir otra pelea por secciones en el Valhalla, hicieron que Heimdall se hiciera cargo de la música y la pista de baile, la cual se iluminaba de forma aleatoria dependiendo del ritmo musical.

-Todo luce demasiado bien, nada puede salir mal...

-Anciano, cuando dices esa frase es claro que algo malo va a pasar -Zeus volteó curioso, quedando atónito por ver a Adán vestida con un chiton de fina seda cayendo libremente por ese esbelto cuerpo, la parte superior resaltaba el perfecto busto y la pequeña cintura de la madre de la humanidad, mientras que en la parte inferior había dos aberturas que dejaban ver las esbeltas piernas de la rubia acompañada por unas sandalias cuyos cordones de oro llegaban por debajo de la rodilla.

El dios griego por primera vez se quedó mudo. Había una corona de oro en forma de hojas de laurel sobre aquella sedosa cabellera rubia haciendo juego con las flores que solían adornar su cabellera, misma que Adán sólo usó una vez y fue el día de su boda, dejándola en el olvido porque ella no aceptaba ser su cónyuge.

Sin embargo, allí estaba, con ropa representativa de su panteón haciendo uso de un símbolo que la identificaba como la reina del Olimpo. Incluso su manopla de acero fue reemplazada por una de oro con un par de cuarzos igual de puros que ella.

-Aunque lo niegues, naciste para ser parte del olimpo, bello fruto prohibido -Adán sostenía una manzana, pero decidió arrojarla directamente al rostro de su esposo y alejarse contoneando sus caderas para encontrar algo más apetitoso que comer en lo que divisaba a sus hijos.


"Ella no lo sabe, pero me ha propuesto matrimonio y como ya estamos casados... tomaré eso como una invitación al lecho en la habitación..."

-Wow, ¡una fiesta con humanos! ¿Será divertida? ¿Eso es comida? ¿Puedo ir a comer algo? Me he portado muy bien, ¿Si puedo? Espero que sea carne, me encanta la carne, ¡Yo quiero comer algo! -Anubis parecía feliz con la idea de convivir por primera vez en un sitio donde había más humanos, se comportaba tan enérgico que aquello agotaba a su reservada esposa, la cual aunque vestía un Kalasiris que se ceñía a su pequeña figura resaltando las tiras que apenas cubrían los botones rosa que decoraban sus pechos, a eso se sumaba un pequeño velo transparente de color blanco, resaltando el uso del kohl sobre sus ojos en un delineado que evocaba la mirada de un felino.

Simo suspiró jalando parte de la vestimenta de su esposo para reprenderlo por actuar como un can. Comprendía que en esencia era uno, pero no podía comportarse así todo el tiempo y menos con un grupo de dioses bastante elitista.

𝑺𝒉𝒐𝒘 𝑴𝒆 𝑳𝒐𝒗𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora