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𝗙𝗨𝗜 a hacer lo que me había dicho Bruce y empecé a quitar las baldosas del suelo y estuve cavando por muchas horas.
Al final estuve muy cansada y me tumbé a descansar.
- Te traje el desayuno. - habló el raptor y me levanté rápidamente.
- ¿Quéle pusiste? -
- Sal y pimienta. - respondió dejando la comida en el suelo- Lo comas o no lo comas ya estas aquí abajo, niña, ¿por qué te drogaría? .- Dijo eso y se fué dejando la puerta entre abierta.
Iba a abrirla, pero escuché el teléfono sonar, asique me deteni y fui hacia él, descolgué el teléfono y alguien habló.
- ¿Hola? - Hablé.
- No vayas a subir. -
- ¿Qué hay arriba? -
- Es una trampa. -
- ¿Eres Bruce? -
- ¿Quién es Bruce? -
- Yo estaba hablando con Bruce... -
- No conozco a ningún Bruce. -
- El juega béisbol. -
- No jugamos béisbol aquí. -
- ¿Quién eres? -
- Ya no me acuerdo... -
- ¿Tu jugabas fútbol? -
- Yo repartía periódicos. -
- Billy... eres Billy Showalter. -
- Quizás... -
- Si, eres Billy. -
- No. Subas. Las. Escaleras. -
- ¿Qué está haciendo? -
- Te está espera allá arriba con ese cinturón, no dijo que te fueras y si lo intentas, te castigará. Te golpeará tanto hasta que te desmayes. Y duele... duele muchísimo. Llorarás, rogaras que pare, todos lo hicimos, pero el seguirá golpeándote. - Dijo eso y colgó.
- ¿Hola? Contesta. - No recibí respuesta, asique colgué el teléfono.
Me acosté en el colchón y estuve pensando... quería escapar de ahí lo antes posible. Quería subir esas escaleras y escapar, me daban igual las palabras de Billy, tenía que intentarlo, no quería estar ni un segundo más ahí.
Me levanté de aquel viejo y desgastado colchón y me dirigí hacia la puerta, la abrí y subí las escaleras lenta y silenciosamente, me asomé y ahí estaba él, sentado en una silla, con un cinturón en su mano. Ví que estaba dormido y aproveché la distracción, pasé con cuidado y llegué hasta la puerta.
Había un candado, asique probé con varias combinaciones, hasta que di con la correcta, al abrir la puerta, un perro empezó a ladrar muy fuerte, cosa que hizo que el Raptor despertará, lo ví levantarse, asique salí corriendo, corriendo por mi vida, empezé a gritar por ayuda pero no había nadie en aquella calle, vi la furgoneta del raptor aparcar en frente mía y me choqué, el pudo atraparme y empezé a gritar mucho y se cabreó...
Me cortó el cuello...
Me empezó a doler mucho el cuello, empecé a dejar de ver... oír... sentir....
Morí...
Por fin pude reencontrarme con Robin, mi primer amor.
Nos enterraron juntos y al lado de nuestras tumbas, una linda flor creció, marcando nuestro amor.
𝓕𝒾𝓃 ...
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- 𝗡𝗢𝗧𝗔 𝗗𝗘 𝗔𝗨𝗧𝗢𝗥𝗔:
Holaa, espero que os haya gustado el final, me puse a llorar mientras lo escribía. No queria alargar más la historia, asique aquí terminó.
