(especial navidad)
(T/N) nunca esperaría que sus navidades se convirtieran en eso.
Creía que sería una época de felicidad y amistad, pero al parecer los siete no querían que fuera feliz.
Ella llevaba años llorando por la muerte de su padre, tantos años que ya poco recuerda el como era pasar unas navidades felices.Él murió en Navidad, desde entonces nunca quiso celebrarlas. Odiaba está época del año, tanto que a veces incluso fingía que no existía.
No se daba cuenta que solamente terminaba causándose más dolor a si misma, ignorar la realidad nunca resolverá tus problemas.Kaeya siempre estuvo a su lado apoyándola y tratando de hacerla sonreír, sin él lo más seguro es que no hubiera intentado tener unas navidades normales. Él era lo que ella necesitaba para poder ser feliz de nuevo.
No volvería a llorar, ni tampoco a encerrarse en su habitación mientras trataba de estar la mayor parte del tiempo dormida, así evadiendo su presente. A veces, si no podía dormir, simplemente se la pasaba leyendo.
Todo era mejor que pensar en el presente, pero gracias a Kaeya ahora hay algo en el mundo real que le interesa.Estaba preparando las cosas para la cena cuando comenzó a sonar el teléfono, quién sería? Era Kaeya que avisaría de algo? Sin notarlo terminó sonriendo, ese era el efecto que causaba Kaeya en ella.
Cuando miró el teléfono se sorprendió al ver que no era Kaeya quien la llamaba sino Albedo.Albedo y ella eran amigos pero nunca llegó a entenderlo bien, siempre la miraba de una manera extraña y decía cosas que ella no podía entender. Por qué llamaba?
— Hola (T/N), podrías venir un momento a mi casa? Estoy teniendo un problemilla y me gustaría tener tu ayuda — Pidió Albedo.
— Claro, puedes decirme que necesitas? — Preguntó (T/N) con cierta curiosidad.
— Lo verás cuando vengas, no te preocupes. No es demasiado grave, pero necesito que vengas — Respondió Albedo.(T/N) suspiró y colgó, era cierto que Albedo era raro. Ella sabía que él era un especie de cerebrito, era mucho más inteligente que ella. Para qué la necesitaba? Decidió ir ya que sabía que Kaeya no llegaría hasta dentro de un rato, además ella no podía evitar querer ayudar a los demás. No era la navidad la mejor época para hacerlo? Ya hacía ayudado a Albedo en otras cosas antes, esa no sería la excepción.
Cuando llegó a la casa de Albedo pegó a la puerta y este abrió rápidamente, era como si hubiese estado esperando todo ese rato desde detrás de la puerta.
— Ven, estaba esperándote — Dijo Albedo y la dejó pasar adentro.
La casa de Albedo era mucho más ordenada que la suya propia, eso era algo que ella debía admitir.
Caminó lentamente hasta terminar sentada en el sofá del salón de Albedo.Este traía consigo un vaso con agua que entregó a (T/N).
— Toma esto mientras vengo, tengo que traer una cosa. — Explico Albedo. — Tienes sed?
— Ahora que lo dices sí — admitió (T/N) — Por cierto, feliz navidad.Albedo se fue solo diciendo bajito, casi como en susurro un "Feliz navidad".
(T/N) bebió un poco del vaso, pero de pronto se sintió extraña. Era como si...De pronto le hubiera entrado mucho sueño. No pasaría nada si se dormía un rato, verdad? Albedo la despertaría cuando viniera.
Se quedó dormida casi sin darse cuenta, pero lo peor no fue eso sino...Cuando abrió los ojos estaba en un cuarto extraño, atada a una cama con la boca tapada. No tardó en darse cuenta de la verdad cuando Albedo estaba entrando en la habitación, por primera vez en todo el tiempo que lo conocía, parecía sonriente.
— Veo que estás despierta, tardaste más de la cuenta en hacerlo — comentó Albedo mientras se acercaba a ella.
Ella quería gritar, pedir explicaciones y decirle de todo. No podía hablar, y sentía que aunque no tuviera la boca tapada no tendría la energía suficiente para hacerlo. Se siente muy cansada.
— En estos momentos te estarás sintiendo cansada, pero es normal, es un efecto secundario del "agua" que te di. — Explicó Albedo mientras acariciaba la cabeza de (T/N) — Eres hermosa, lo sabes? No podía dejar que Kaeya te tuviera para él solo. Él no es bueno para ti, yo solamente quiero protegerte.
Por obvias razones ella no pudo responder, solo mirarlo con odio por tenerla en esa situación.
— No me mires así, no es mi culpa quererte. — dijo Albedo. — Eres especial, nunca había sentido esto por ninguna otra mujer. Por eso no debo dejarte ir. No crees que estás son unas felices navidades?
Albedo alborotó el pelo de (T/N) y le besó la nariz.
— Voy a traer todo lo necesario para que podamos comer los dos solos, no crees que es genial? Traje tú comida favorita, seguro te gusta. — Habló Albedo. — Por supuesto te la daré yo, de eso no te preocupes.
Y se fue, dejando a (T/N) sola. Ella creía que ese año sería diferente y que por fin pasaría unas buenas navidades junto a la persona que quería, pero los siete no quisieron eso.
La odiada de los dioses, quién hubiera pensado que por ser buena persona tuvo que pagar?Rezaría para que alguien pudiera encontrarla, o al final terminaría consumida por el amor de Albedo.
Por el resto de sus días...
Quién lo diría...Al final nunca pudieron encontrarla?
Albedo hizo muy bien su trabajo.
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One-shots Genshin impact
FanfictionHistorias cortas de los personajes de Genshin impact X rayis. (Pedidos abiertos! Acercarse a pedir! Cualquier pedido se hace por mi privado, para más información leer la última parte) Los personajes son de mi propiedad, solo (T/N).