Zhongli: Amor platónico

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Yo era una adeptus, pero no era tan fuerte como el resto.
Vivía en Liyue, como era de esperarse.
Mi misión, según me obligaba el contrato, era protegerla de todo aquel que quisiera destruirla.

Rex Lapis no iba a permitir que yo no hiciera caso a las normas del contrato, por ello yo entrenaba para poder ser más fuerte y hacer mi trabajo bien.
Así hice por miles de años, siempre fiel a Rex Lapis.
Algunos de los adeptus se burlaban de mí, diciendo que parecía el perrito faldero de Rex Lapiz.

"(T/N), no te esfuerces...Rex Lapis no se casará contigo! Él es mucho hombre para ti" eso decían algunos.
A mi me daba igual, yo le adoraba a él.
Sabía que entre nosotros solamente había una amistad, yo le servía a él y cumplía con mi contrato.
Puede parecer algo duro, porque mentiría si dijiera que no siento nada por él...Pero en cierra parte, creía que tenían razón cuando decían "Es mucho hombre para ti"

Entenderán entonces como fue para mí cuando Rex Lapis murió?
Fue el peor día de mi vida, y creerme que es cierto, he vivido muchos días malos.
Sentí un vacío intenso en mi pecho, un vacío que creía que no podría llenarse nunca. Era como si hubiera perdido una parte muy valiosa de mí, una parte que no volvería para siempre.

Después de eso, todos mis días se sentían aburridos, sin ningún sentido.
Estuve un tiempo sin pisar la ciudad, tanto así que mis compañeros decían que debía intentar animarme un poco .
Aún así, yo solo quería que Rex Lapis estuviera de vuelta, poder sentarme al lado suya otra vez y escuchar su suave voz decir mi nombre. Por alguna extraña razón, eso hacia que mis problemas desaparecieran.

Estaba tumbada en el suelo, prácticamente podrían confundirme con un cadáver. Estaba con la ropa sucia, alguna hoja en el pelo y tierra.
Entonces sentí que alguien me tocaba el hombro, por unos segundos estuve enfadada. Quién se atrevía a molestarme en mi infinita miseria?
Cuando me levanté y miré a quien me molestó vi a un chico rubio, cuyos ojos eran amarillos. Era bajito y de ropas raras, llevaba una acompañante pequeña y que por alguna extraña razón flotaba.

Ambos tenían un cello del permiso, lo cuál me sorprendió.

- Un cello del permiso? Cómo habéis obtenido eso?- pregunté extrañada.
- Paimon cree que nosotros deberíamos preguntarte el porque estás tirada en el suelo con esas pintas - aseguró la cosa flotante.
- No es asunto vuestro, mejor iros por donde habéis venido si no queréis sufrir mi ira. - les amenacé, en ese momento simplemente quería estar sola.
- Yo debería preguntaros quién os mando para hablar conmigo - pregunté con un tono enfadado - no quiero hablar con ningún humano ahora.
- Fue la señora Madam Ping, nos dijo que debíamos venir contigo - explicó el chico rubio - dijo que eres muy querida por el pueblo, y también muy leal a Rex Lapis. Solamente tenemos un asunto que resolver.
- Nos dijo que estabas mal, pero Paimon no esperaba que estuvieras tan mal - dijo la cosa flotante - En serio vives así??

Esa señora estaba intentando otra vez que volviera la ciudad? Me había mandado a este humano y...no sé lo que es la otra cosa.

- Dile que no pienso volver a la ciudad por un tiempo, yo estoy perfectamente con mi bonita soledad.
- Paimon cree que la adeptus (T/N) ha perdido la poca cordura que tenía.
- No hablen así de un adeptus! Deberían respetarnos, acaso Liyue cambio tanto desde que me fui! - exclamé.

El chico rubio suspiro, parecía estar cansado por la situación.

- Estás huyendo de tus obligaciones en Liyue, si Rex Lapis estuviera vivo...
- Pero no lo está! - grité, aún más enfadada porque ese humano usase el nombre de Rex Lapis.
- Puede que las cosas en Liyue no vayan bien, pero tú como adeptus deberías ser responsable y ayudar a tú nación - comenzó explicando - Te crees que Rex Lapis estaría orgulloso de ver a una de sus adeptus más leales en este estado tan lamentable? En vez de cumplir el contrato y proteger a la ciudad en su momento más vulnerable?

Me quedé callada, sabía que él tenía razón. Yo había jurado ante Rex Lapis proteger Liyue, y ahora estaba yo allí...tirada en el suelo, esperando a que alguien termine conmigo.
Cómo había terminado en ese estado?
De verdad yo quería pasar el resto de mis días así?? Rex Lapis estaría decepcionado de mi si me viera, y yo sentiría tanta vergüenza...

- Paimon cree que la adeptus rara le ha dado algo?- preguntó la cosa voladora al verme callada por tanto tiempo.
- Tienes razón....- dije después de un rato en silencio.- Rex Lapis estaría decepcionado de mí, debo proteger Liyue... Aunque ya no esté él.

El chico rubio sonrió, parecía orgulloso de si mismo por haber logrado que entendiera lo que quería decir.

- Entonces vamos, hay una ciudad esperando por ti. - dijo el chico - Aunque te recomendaría cambiar un poco...de look.

Él tenía razón, yo estaba hecha un desastre. No me vendría mal un arreglo. Al menos algo tenía claro, iba a intentar seguir con mi deber...Aunque Rex Lapis no esté entre nosotros, eso es lo que yo debí haber hecho antes...cuando él murió.

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En la ciudad de Liyue, se encuentran Madam Ping y un hombre de aspecto joven sentados tomando un té.

- Entonces ella volvió a la ciudad, después de estar tanto tiempo oculta en si misma...- Le dijo la anciana al hombre, parecía que estaba terminando de contarle sobre un tema.
- Me hace tan feliz que ella haya recapacitado a volver a sus obligaciones, aunque no estoy muy contento con que haya roto el contrato por tanto tiempo. - comentó el hombre.

Madam Ping pareció reír ante el comentario de este.

- Ella es una jovencita muy sentimental, sobre todo cuando se trata de ti. - le dijo la anciana.
- Me parte el corazón que por mi culpa haya estado tantos días en un estado tan lamentable, pero al menos ahora está recuperándose. - empezó diciendo el hombre - Puede que por ser ella, vaya a permitirle ese pequeño descanso del contrato.

Madam Ping volvió a reír.

- Entonces Rex Lapis permitiendo algo así en un contrato? Creía que había vivido lo suficiente para ver de todo, pero tú aún puedes sorprenderme.
- Estoy deseando ver su cara cuando podamos encontrarnos...Crees que me reconocerá? - Preguntó Rex Lapis.
- Te reconocerá nada más te vea, de eso estoy segura - Contestó Madam Ping, muy segura de su respuesta.

El hombre llamado Rex Lapis sonrió, parecía verse un pequeño brillo de ilusión en sus ojos. Demostrando que tenía ganas de volver ver a la joven de la que estaban hablando.
El hombre miró al hermoso paisaje de Liyue, parecía que de pronto se había puesto pensativo.

- Entonces nos volveremos a ver,(T/N)


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Holaaa, Os gustó?? Espero que sí :)))
Os recuerdo que cuando lleguemos las 200 vistas en el one-shots publicaré una parte especial, estáis con ganas??
A ver cuánto tardamos en llegar :))
Nos vemos en la siguiente parte, byee

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