One-shots Genshin impact

Lyney: Un androide es capaz de amar? (Parte 2)

Está historia está descrita desde el punto de vista de Lyney

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De verdad creían que era un humano? Y si en verdad desde el principio resultó ser un androide?

La vida humana es muy corta. Nacen, viven y mueren. Se suele creer que cuando mueres serás juzgado por tus pecados, y se te enviará al cielo o al infierno.

Yo nací para hacer felices a los humanos como un androide. Trabajaba para un circo, nunca me puse a pensar si eso me gustaba o no.
Era mi deber, fui creado para ello.
Cuando eres un androide no te preguntan que quieres hacer, solo sigues las órdenes de tus dueños.

He visto como la codicia volvía malvados a los humanos, como estos agarraban a pobres niños indefensos prometiéndoles dulces y caramelos.
Esos niños nunca eran encontrados, y sus casos eran olvidados por la gente.
Nunca se me pidió ser moralmente correcto, solo seguir órdenes. Yo veía lo que sucedía, pero nunca llamé a la policía. No podía desobedecer órdenes directas.

En mi mente a veces quería gritar, gritar que eso no estaba bien. Quién iba a defender a esos pobres niños con un futuro por delante? Les cortaron las alas, les robaron la infancia y la vida. Quién podría ser tan cruel de haberle eso a alguien tan inocente como un niño?

Yo tuve que mantener la boca callada y esconder mi dolor, ver esos abusos.
Pasó un tiempo, no sé exactamente como sucedió, pero algo dentro de mí explotó. No sabría bien explicar este sentimiento, solo sé decir que hubo un momento donde no pude aguantar tanta injusticia. Ningún niño más moriría por mí culpa...

Cometí una locura y lo sé, podría haber terminado destruido y tirado al vertedero. El asesinato está completamente prohibido para nosotros, los androides. No pude evitarlo, cuando estaba con esa pistola y a aquel ricachón delante mía... Disparé. Lo busqué antes, lo admito.

Creía que sería mi final, había demasiada sangre manchada en mis manos. No maté a uno, sino a vatios.
No dejé testigos, eso era seguro, pero terminarían descubriendo que el culpable era yo. Quién lo diría? Yo era muy afortunado.

Yo estoy seguro de que lo sabían, sabían perfectamente que yo era un asesino. Nadie hizo nada, quizás las personas encargadas tuvieron piedad de mí y decidieron dejarme marchar.
Sé que un androide policía me habló de que me ayudaría a poder ser feliz.
Yo en su momento no entendía a lo que se refería, ser feliz? Era algo que veía muy lejano. Ser androide no es sinónimo de ser feliz, solo de ser leal y servicial, aunque también dicen así a los perros.

Él sonrió, y me dijo "Haré que puedas esconderte entre ellos". En su momento no entendía a lo que se refería.
Hasta que después entendí que quería decir que me camuflaría en la sociedad, pero no como androide, sino como humano.

Logré averiguar que en la ciudad poco a poco los androides se revelaban en secreto, era como si poco a poco estuvieran agarrando consciencia.
Tenían reglas no escritas como no revelar a un colega, que es la que cumplió aquel policía que me salvó.

Él junto unos conocidos lograron meterme en una empresa trabajando, nunca nadie logró averiguar de que yo no era humano. Esto me permitió poder tener una vida tranquila y feliz, por primera vez, me sentí dueño de mis propias decisiones.
Incluso conocí a una chica en el trabajo, es linda y es bastante agradable. Pasar tiempo con ella me hizo recordar lo solo que había estado antes de tener aquella nueva vida.
Junto a ella me sentía feliz, era aquella persona con la que quería estar.

No entendía bien está clase de sentimientos, pero logré averiguar que es lo que los humanos llamaban amor. Amor ... Nunca había esperado tener un sentimiento tan humano como ese, pero no me desagradaba. Es más, se sentía maravilloso.
Íbamos a tener una cita por la noche en un restaurante cerca de su casa, estaba tan emocionado. Ella era...Perfecta, la mujer de mis sueños.
Miles de preguntas corrían por mi mente, ella me aceptaría si supiera que no soy humano?? Que soy un androide?? Quizás me rechace y le diga a las autoridades. Me desespero al pensar en eso.

La cita salió bien, pero al volver a mi casa sentí que alguien me seguía. Fue extraño, pero no le di mucha importancia. Hasta que de pronto alguien se abalanzó sobre mí. Era oscuro y no había nadie en la calle, pero aún así pude ver bien a la persona que me atacó.

Más bien, al androide que me atacó.
Su cabello negro y su rostro serio era algo que no podría olvidar nunca, era el policía que me aconsejó fingir un humano.
El mismo que antes me dio una nueva oportunidad ahora estaba encima mía, antes de que pudiera reaccionar ya me había destruido a golpes.