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Desde lo sucedido en la enfermería aquel día, Sanemi lo supo, le gustaba el chico, le gustaba su estudiante que aún era menor de edad. Estaba jodidamente demente. Era un grave problema, se metería en grandes dificultades si eso llegase a salir a la luz. Aunque estaba seguro que de la boca de Inosuke no saldría nada y mucho menos de la suya. Habían pasado más días en los cuales las cosas entre el chico y él se habían calmado, no lo había tocado ya que lo que sentía hacía este no era posible, era el jodido profesor. Si bien lo que había hecho con este era demasiado cuestionable, el que le guste ya es aún peor, porque quería monopolizar al menor, lo quería solo para él y no podía. Debía mantener su distancia a toda costa.
Sus pensamientos igual eran un jodido problema, después de haber hecho todo aquello con el menor, sus fetiches salieron a relucir. Había tratado tanto de ocultarlos o tratarlos, pero simplemente su mente es más poderosa que cualquier cosa.
Sanemi mordió con fuerza el dulce que tenía en su boca y le dio una rápida mirada a su estudiante que se encontraba junto a su hermano jugando baloncesto en el patio. Estos estaban en el receso por lo que podían jugar libremente. Un suspiro salió de sus labios y decidió entrar para dirigirse al salón de profesores e ir a pasar el rato con sus amigos, el receso del almuerzo solía ser el más largo en comparación con los demás, por lo que los estudiantes podían comer y pasar el rato. Cuando se reunió con sus amigos, estos comenzaron a conversar contando una anécdota que le había pasado a Tomioka y agradeció tener esos amigos, ellos le hacían olvidar cosas que no tenia que pensar en primer lugar, y burlarse de Tomioka era algo que le satisfacía demasiado.
Las heridas y marcas en la piel de Inosuke comenzaron a desaparecer, agradecía a su buena sanación y cicatrización, aunque eso se debía más al hecho de que su profesor no lo había tocado ni nada. De hecho, desde lo sucedido en la enfermería, el comportamiento de su profesor cambió drásticamente. Le extraño de cierta manera que el albino se contuviera ante una herida, ya que usualmente era el primero en atacarlo cuando se hacía un raspón o se cortaba con algo, raro, pero no le desagradaba para nada que su profesor mordiera o lamiera su piel.
Ya habían pasado varios días de aquel suceso dado en la enfermería y en donde su profesor se a mantenido al margen, no lo tocaba en ningún momento, de hecho se notaba que trataba de evitarlo. No es que ansiara el toque del mayor o algo parecido, era que extrañamente se había acostumbrado a este que le parecía extraño el no tenerlo. Pero no hizo nada al respecto, no quería verse como el necesitado, no cuando era su profesor el que tenía ese fetiche raro y no él. Pero no comprendía el porque había pasado aquello, no quería perder al mayor de su lado, o sea, le convenia tenerle cerca para solucionar sus conflictos.
—¡Dame, dame!— gritó Genya moviendo los brazos para que su amigo le diera una pase.
—¡Encesta!— ordenó pasándole el balón a su amigo quién lo atrapó con éxito.
Genya se movió entre sus demás compañeros para acercarse a la canasta y lanzar el balón a esta, el anaranjado balón cayó sobre la canasta pasando dentro y anotando dos puntos más para el equipo de ellos. Inosuke, Genya y los demás de su equipo lo celebraron para seguir con el juego ya que les quedaba poco tiempo. Debido a los cortos recesos, habían implementado sus juegos con un lapso de tiempo más corto y así darle un final, en esos momentos el equipo de Inosuke y Genya llevaban la delantera con cinco puntos.
—¡Vamos, otro más!— animó Genya.
—¡Dame el balón!— gruñó moviendo su mano hacía su compañero de equipo y este le entregó el balón, tiro y encesto. —¡Eso!
—¡Eso!— dijo Genya acercándose a su amigo para remover los cabellos de este. —Bien ahí.
—Obvio, soy el mejor— sonrió con superioridad.
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Heridas ※╰SaneIno╮
FanfictionSanemi es un profesor dedicado y responsable por fuera, pero en realidad tiene un fetiche por las heridas. Se excitaba mordiendo y dejando marcas en la piel de las chicas. Había ocultado a la fuerza sus impulsos para tener una vida "normal", pero cu...