Capitulo 1

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En 1785, tras la Guerra de Independencia, al noroeste de los Estados Unidos, en el condado de Oregón, situado en medio de las montañas surgió un nuevo pueblo a manos de siete hombres: Henry Wells, Norman Gray, Godric Griffin, Colby Franklin, Edric Adams, Edgar Blake y Jeremy Frost. Se hicieron llamar Los Fundadores y bautizaron al pueblo como Luna.

Pero Los Fundadores guardaban un secreto, y es que dentro de la categoría licantrópica, ellos ocupaban el tercer de los cuatro eslabones de su raza, eran los llamados lobos reales. Así que al poco de ser fundado, el pueblo fue una atracción a lo sobrenatural, gran parte de la población de hombres lobos de todo el país emigro para vivir en Luna, convirtiéndose en el primer pueblo sobrenatural del mundo.

Poco a poco el pueblo empezó a acoger a familias humanas y los pueblerinos tuvieron que ocultar su secreto. A día de hoy hay una población de casi veinte mil habitantes, entre ellos unos mil son hombres lobo. Y aunque los humanos desconocen el origen del pueblo, las familias fundadoras tienen el honor y el respeto de todos los ciudadanos, siendo las familias más importantes y prestigiosas de Luna.

Nuestra historia comienza cuando la familia Wells se levantó un viernes con el cielo amenazante de lluvia, algo raro en esa parte de América, pero nada que les hubiere advertido lo que estaba por llegar.

Cuando Claire, o conocida por todos como la señora Wells, una mujer de estatura media y delgada, con un rostro muy dulce, pelo castaño y ligeramente ondulado, de piel clara, lo más bonito que tenia eran sus labios rojos como la sangre que resaltaban sus oscuros ojos marrones, se dispuso a hacer el desayuno llegó el cartero con un mensaje urgente.

-¡Mamá! –gritó Dylan -¿Dónde está mi móvil?

Dylan era un chico de diecisiete años alto, delgado y fuerte, su pelo negro como el carbón iba a juego con sus ojos marrones oscuros y su piel con un tono bronceado, y para más de una chica era un chico un tanto atractivo.

-Creo que está en la mesa del comedor –dijo ella mientras despedía a cartero y leía la carta.

-¡Nos vamos mamá! –gritaron Dylan y su hermana Lexi -¡Que llegamos tarde!

Lexi era una chica de dieciséis años, en general se parecía mucho a su madre de rasgos duces y estatura media, a diferencia de su pelo, un pelo rubio que le legaba a media cintura. En algunos casos las apariencias engañan, y Lexi era uno de esos casos, puede parecer muy buena chica y en el fondo lo es, pero tiene un carácter fuerte y difícil de domar.

-¡No, esperad! –dijo la Sra. Wells mientras dejaba la carta encima de la encimera de la cocina y se dirigía a la puerta donde estaban sus hijos –volved y cambiaros de ropa, nos vamos al tanatorio, ha muerto el abuelo Ryan, el Sr.Blake

-¡¿Qué?! –exclamó Dylan –no puede ser ¿Qué le ha pasado?

-Al parecer ha muerto por un derrame cerebral –explicó la Sra. Wells.

-Pero...

-¡No discutas más Dylan! –le interrumpió la Sra. Wells –corred y cambiaros que nos tenemos que ir.

Los dos hermanos subieron rápidamente las escaleras y se metieron a sus respectivos cuartos para cambiarse. Dylan se puso una camisa negra y unos vaqueros azul oscuros ajustados junto a unos zapatos negros. Por otro lado, Lexi se había puesto un vestido negro corto con vuelo y unos zapatos de tacón de aguja a juego con el vestido.

Muchos se preguntaran porque tenían que ir todos al tanatorio con tanta prisa, y es que cada vez que un miembro de las familias fundadoras moría, las demás familias fundadoras iban rápidamente a dar sus condolencias a los familiares y pasaban allí todo el día hasta que el difunto era enterrado.

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