Mundo de las bestias - la edad de piedra

Capítulo 5 oro

Dormida en un sueño profundo se estiro de vez en cuando acomodándose mejor, inconscientemente frunció el ceño cuando algo parecía apretarla, pero no logro despertarse.

Dentro de su cabecita soñaba maravillosamente:

Estaba en los brazos de dos hombres cual la llamaban esposa y le daban de comer uvas en la boca una por uno, afuera nevaba, pero adentro hacía mucho calor, aun lado había una chimenea grande donde ardía el fuego. Estaba sentada en una cama cómoda cubierta con sabanas suaves. La almohada también es muy suave. Uno de los hombres acaricio su barriga grande y el otro la beso en las sienes con mucho amor.

- Esposa has trabajado muy duro.

Ella se rio alegremente y dio un beso a ambos hombres, acaricio su panza grande llena de amor.

- Nuestro bebe se mueve mucho, dijo suavemente.

La noche siguió algo caliente y confusa mientras sentía mucho calor, algo pesado la retenía y presionaba.

En la mañana los rayos débiles entraron a la cueva, se estiro y movió su trasero cómodamente, algo la apretó, abrió los ojos somnolienta, una cara hermosa dormía a su lado volteo la cabeza lentamente y vio otra cara hermosa hundida en su cabello. Trago saliva y abrió los ojos grandes por un momento creía que todavía estaba soñando. Abrazada por los dos hombres cubierta por las pieles y con las piernas entrelazadas, realmente no sabía cuál era la pierna de quien ahora mismo.

Se sentía demasiado tímida, pero luego pensó.

"- Es mejor hacerse el muerto." Cerró los ojos pensando que los dos hombres todavía estaban dormidos.

Pensaba que ellos despertarían y se alejarían así ella puede fingir que no sabía nada, pero sus expectativas eran demasiadas altas, la realidad no suele ser como uno se lo imagina.

Los hombres se movieron y se frotaron contra ella contra su cuello, sus manos se apretaron en su cintura y algo duro la presionó, casi salta del susto. Lo primero que le vino a la mente, es que están cerca de la entrada con la puerta abierta y si alguien pasa lo verán. Además, las personas pronto se despertarán, lo único que no sabía es que esas cosas son normales todos vivían juntos nadie tenía privacidad.

"- ¿Qué clase de situación se supone que es esta? ¿Qué se supone que haga o diga...que alguien me lo diga?"

Abrió los ojos débilmente encontrándose con dos miradas ardientes, debería ser estúpida para no darse cuenta que quieren esos dos tipos, además lo eligieron para ser su compañera por el resto de sus vidas. Un hombre no puede tener una segunda elección después del emparejamiento. Si no se sentiría conmovida mentiría, las miradas se encontraron tampoco sentía rechazo hacia ellos dos, tenía que decir que son muy guapos el amor entra por los ojos en la mayoría de los casos y ella no era la excepción, esas miradas gentiles que transmitía sentimientos en silencio. Hiso latir su pequeño corazón de doncella.

Sin palabras y sin saber que hacer miro de izquierda a derecha, el conocimiento de este cuerpo era aun mas ignorante que ella...bueno ella misma creció en el mundo moderno de eso se habla en la escuela en el trabajo, las mujeres cuando se juntan hablan de muchas cosas más escandalosas que los hombres y luego está el internet en cual uno puede ver muchas cosas incluso sin querer.

- Buenos días, murmuro al final.

De todos modos, aun no esta considerada una adulta, por que no le vino la tía, después de la tía las hembras entran en celo por eso las niñas saben quiénes serán sus parejas o pareja antes del evento así no sufrirá el tormento y se enlazará al azar con alguien, solo a ella ese clan tigre no la dejo tener contacto con hombres o le eligieron una pareja por lo menos.