ANGEL

12.

Hoy era lunes, día de gala, día de primera expulsión. Tenía miedo de que se fuese Lucas, era una persona muy importante para mi dentro de la academia y no creía que se merecía salir expulsado el primero.

Ayer me dormí en la cama de Lucas y espero que no vuelva a salir nominado porque no se para de mover durante toda la noche.

-Despierta dormilona -escuche la voz de Alex antes de sentir su peso encima nuestra puesto que se había tirado a la cama-

Por más que yo intentara alejarme de él, era imposible, siempre empezábamos hablando por su canción y luego íbamos a un tema totalmente distinto.

Joder Alejandro, ¿Por qué me pones todo tan difícil?

-Wacho, no me había movido para no despertarla y tú vas y te tiras.

-No te habrás movido ahora porque durante la noche -le dije riéndome mientras me marchaba a cambiarme-

                                        (...)

Estaba subiendo las escaleras con Mónica ya vestida para la gala. No sé en qué momento fue buena idea aceptar esta idea de vestuario, parezco un personaje de los piratas del caribe antes que rockera.

-Wow -escuche decir a Omar cuando entre por la puerta- Estás magnífica.

-Tú también Omarch -le conteste abrazándole-

Llegue al salón recibida por abrazos de Martin y Chiara y bajo la mirada de Alex, la cual recorría todo mi cuerpo de arriba a abajo varias veces.

Pude notar también como Lucas le daba un codazo a Alex para que parase la anterior acción provocando que una sonrisa nerviosa saliesen de sus labios.

Vi entrar a Juanjo en la sala y cuando vi su look me acerqué corriendo a él pues me había confesado que nunca se pondría una camiseta de tirantes ni anillos.

-Juanjo, ¡Estoy súper orgullosa de ti!

-Te quiero tanto Are, de verdad. Hace una semana no me quería poner ni anillos y mírame.

-Eres el mejor.

-¿Ya me has cambiado?

-Martin no es lo que piensas -dije haciéndome la teatrera-

-Vale vale, tú a mi no me vuelves a hablar en la vida -contesto Martin siguiendo el juego-

-Vale, más Area para mi -dijo Juanjo antes de cogerme y llevarme corriendo hacia la sala de ensayos-

-¡No te lleves a mi hija! -salió corriendo Martin detrás nuestra-

Me encantaban Juanjo y Martin, eran uno de mis pilares aquí dentro. Además, que estén tan bien aunque estén sintiendo cosas que para uno de ellos era extraño, me enseñaban la voluntad. La voluntad de Martin de esperarle a que él se sintiese preparado, de aguantar gritos porque Juanjo no sabe lo que le está pasando. La voluntad de Juanjo, de dejarse ayudar por Martin y no pasar esto solo.

                                           (...)

Habíamos terminado ya de cenar. Hoy me había sentado en la otra mesa por si era la última cena de Lucas y he de decir que está mesa no está tan aburrida como parecía.

Con Alex casi no había hablado ya que había estado cuidando de Denna como lo hizo conmigo cuando estuve mala. Quizás es otro punto ha tener en cuenta de que me montó películas en mi cabeza, pero sus miradas y sonrisas no ayudan para nada.

Estábamos haciéndonos las tradicionales fotos antes de ir a la gala. Aquí al final acabamos posando todos con todos aunque no hubiésemos hablado en la semana con la otra persona.