15.

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-Buenos días rockera -me despertó una dulce voz de Alex mientras me acariciaba la cara-

Hoy había dormido con él y era como cuando de pequeña dormía junto a un oso de peluche. Nos quedamos segundos, que podían haber sido horas si no hubiese sonado la música, perdidos completamente en los ojos del otro.

-Buenos días Alejandro -dije posando un beso en su mejilla antes de levantarme de la cama-

-¿Mejor?

-Muchísimo, gracias -le conteste con una sonrisa tímida para después marcharme a cambiar-

Hoy era viernes, lo que significaba que no teníamos ninguna clase y podíamos arreglarnos más en vez de ir con unas mallas para el deporte. Esta vez, me puse una falda de lino blanca de volantes junto a uno de mis innumerables top de estrella. Este era uno de los muchísimos gustos que compartía con la británica, la ropa con estampado de estrella.

-Me encanta el top -me miró Álvaro mientras él se ponía la camiseta-

-Gracias, cuando quieras te lo pones.

En mi caso, me daba igual compartir ropa o que mis amigos tengan la misma camiseta que yo, cosa que a mucha gente le molesta. Si te piden de donde es tu ropa significa que les gusta tu estilo y eso para mi es un halago.

Tras mi corta rutina de maquillaje debido a que solo sabía lo básico fui a desayunar encontrando mi habitual mesa vacía ya que la mayoría no se habían ni vestido, por lo que Martin y yo decidimos unirnos a la otra mesa.

-Hombre, si tenemos a dos invitados hoy, que extraño, no será porque su mesa no está ni levantada.

Pude ver como Alex sonreía cuando me senté a su lado ¡Por qué tenía una sonrisa tan perfecta!

-Wacho, estoy empezando a pensar que no me quieres en tu mesa.

-Vosotros dos siempre seréis bien recibidos aca, total ustedes sois de los únicos que limpiáis lo vuestro.

-Gracias por recibirnos en vuestra mesa, un placer conoceros -contestó Martin de broma puesto que él no solía hablar con los integrantes de esa mesa-

Esta mesa era muy graciosa, siempre estaban de broma entre ellos y era casi imposible comer casi sin escupir.

-Buah, hoy he descansado de bien -soltó Alex sonriendo mientras yo bajaba la mirada a mi desayuno-

-¿Y tú? ¿Has dormido bien? -me preguntaba el mismo ahora con una sonrisa pícara-

Yo conteste un simple "Ajá" mientras seguía con mi mirada puesta en el desayuno seguramente rojísima. ¡Alejandro! La discreción se ve que no la conoces.

A los pocos minutos llegó Paul y se quedó mirándome ¡Claro! Estaba ocupando su sitio.

-Paul, siéntate aquí en tu sitio que yo me pongo en el de al lado -dije con ánimos a moverme pero la mano de Alex se posó en mi pierna y Paul seguramente se captó de eso-

-No, da igual me siento en ese.

-No me importa de verdad -le volví a insistir pero me lleve una sonrisa de su parte-

Últimamente lo notaba muy raro. Habíamos congeniado un montón en las primeras semanas pero recientemente trata de evitarme en cualquier situación. No entendí nada pero decidí dejarle su espacio por si era lo que quería.

Terminamos de desayunar y yo me fui con mi guitarra a la sala del piano para intentar componer. Aquí no me salían muchas canciones y la británica los días anteriores me estuvo ayudando.

-¿Qué haces rockera? -entró Alex a la sala de Abril-

-Intentar componer algo pero nada.

-¿Te ayudo?

ANGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora