ANGEL

7.

Día de gala, día de perfección.

Hoy tendría que salir todo perfecto, si cometo un simple fallo, podría dictaminar mi paso por el programa y no quería, no quiero volver al mundo real. Siento que tengo muchísimo que evolucionar y dar más de mi, necesito seguir desarrollándome como artista.

Hoy nos despertábamos a las 10 y volví a mis costumbres de levantarme con la música. La británica antes de abandonar mi cama me dio un beso y salió de la habitación.

-A ti tampoco te apetece salir de la cama ¿Verdad?

-Tengo miedo -le confesé a Martin- Se que esto no ha hecho nada más que empezar pero siento que no nos queda nada aquí dentro.

-No hay de que tenerlo, solo vamos a estar aquí 3 meses de toda nuestra vida. Es normal que no queramos que se acabe, pero algún día ya sea antes o después se acabará para todos.

-No quiero que se acabe, quiero despertarme y abrazaros a ti y a Kiki, estar bailando en la sala de ensayos, estar en la sala del piano con Paul o en un box con Alex.

-Yo tampoco, os echaría tanto de menos. -después de esta charla trascendental, nos fuimos de la habitación por los gritos de Juanjo diciendo que fuésemos a desayunar-

Cuando llegue a mi sitio, vi como Kiki me había preparado el desayuno ¿Puede haber mejor persona dentro de aquí?

-Te amo -dije abrazándola por detrás y dándole un beso en la mejilla-

-Che, que yo te he hecho el zumo -me dijo Salma con los brazos abiertos provocando en mi y en toda la mesa una risa-

-A ti también te quiero -la dije recibiendo su abrazo-

-Pero a mi me ama, así que Area es mía.

-Hay Area para todos, bueno por el momento porque en tres clases más de fitness no me tenéis sentada -dije volviendo a provocar una risa en mi mesa-

-A mi me gusta, me siento útil ya que nunca he hecho deporte -me respondió Álvaro-

-Yo estoy con Area, tres clases más y me tiro al suelo -dijo Bea por lo que acto seguido chocamos nuestras manos-

-Pero ¿Tú nunca has hecho deporte? -me pregunto intrigada Denna-

-Deporte físico como tal deje de hacerlo hace menos de dos años, bueno incluso más porque en ese curso, 1 de bachillerato, me solía sentar en una especie de banquillo.

-Es que Dios, es que ni hace dos años seguía en 1 de bachillerato -respondió Salma alucinando-

-¿Y no físico? -me volvió a preguntar la rubia-

-Yo he hecho mucho baile desde pequeña.

-¿Qué estilos? -ahora quien preguntaba era mi mejor amigo pues nunca habíamos hablado sobre este tema-

-De todos, lírico, jazz, moderno, urbano lo sé defender y bueno ballet.

-Eres como un libro de misterio tía, nunca sabes con que más te vas a encontrar. -me dijo Violeta-

-¡Haces ballet! ¡Mi hermana María también! -respondió el vasco-

-Yo tengo que admitir que en la clase de urban lo noté, pero te pones atrás en una esquina que ni se te ve -me dijo Álvaro haciendo que me pusiese roja-

-Que sepas bailar la jota ¿Ya es mucho no? O quizás no que viéndote -me preguntó Naiara-

-La jota ni idea, al igual que el flamenco, parecería un pato mareado.

-Un día te enseño que para eso fui el ganador del concurso de jotas -dijo Juanjo diciendo esta última parte en broma- ¿Y tú estilo favorito?

-Me gustan todos muchísimo, pero yo creo que el ballet te enseña muchísimas cosas como la constancia, el esfuerzo que no digo que las demás no.