Domingo, cada vez los nervios iban aflorando más.
Tenía miedo, miedo de perder a alguno de los dos, de no poder demostrar de lo que soy capaz y lo que valgo. Miedo de dar una imagen equivocada de mi.
Me daba igual triunfar tanto como Aitana o Bisbal o quedarme como una cantante de
salas, lo único que quería era la música en mi vida, algo con lo que he soñado y trabajado toda mi vida.Estaba tumbada en la sala de Abril tocando diferentes acordes sin ningún tipo de sentido, dejándome fluir que era lo que debía de hacer en mi día a día.
Permitirme ser yo mismaLas luces se habían apagado hace un buen rato y la mayoría de mis compañeros ya estaban en la cama para descansar debido a que mañana era un día muy largo. Sin embargo, noto como alguien abre la puerta y entra en la habitación.
Era él, el cordobés que tenia mi cabeza patas arriba y del que era imposible alejarme. Lo he intentado en numerosas ocasiones pero es como si existiera una fuerza que a pesar de todo siempre nos mantenía unidos.
-Hace tiempo que no estábamos solos.
-Lo se.
No quería que se fuera, no estaba preparada y quizás eso era el principal motivo por el que le intentaba evitar su presencia a todas horas.
Pude ver cómo su mirada me recorría y sus ojos verdosos se fijaban en mis manos las cuales rozaban las cuerdas de la guitarra. Había un silencio incómodo, parecía que los dos teníamos muchas cosas que decir pero ninguno daba el paso.
-Siento mucho lo de esta semana -pude ver una mueca de confusión en su cara por lo que decidí seguir hablando- No quería aceptar la realidad y por eso quizás hayamos estado más alejados. Lo siento de verdad, ahora lo pienso y me doy cuenta que era cuando más necesitabas apoyo y no he estado para ti.
-Me alegra escuchar esas palabras, pensaba que estabas empezando a odiarme. -me dijo en un susurro que parecía romperse cuando iba avanzando la frase-
Decidí dejar de lado mi guitarra y sentarme en el sofá ya que estaba muy cansada pero no quería desaprovechar la que podría ser nuestra última conversación solos aquí dentro.
-Eso es pasarse ¡Cómo voy a odiarte! -le conteste intentando sacarle una sonrisa.
-¿Qué tal estás?
-Alex, tendría que ser yo quien te lo preguntará a ti -hice una breve pausa- ¿Qué tal estás? -provocando otras de sus perfectas sonrisas ¡Podría no ser perfecto en algo!-
-Es duro verte nominado con tu mejor amigo.
-Encima con una nominación injusta -le aclare tras los complejos que tuvo la semana pasada-
-Tus ojazos que me ven con buenos ojos.
-¡Pero si eres tú el de los ojos de España! Nunca había visto ese color de ojos tan bonitos.
-Te he echado mucho de menos rockera -me contestó mientras apoyaba su cabeza en mi regazo y me miraba fijamente a los ojos-
-Lo siento -le repetí por tercera vez a la vez que le acariciaba la barba-
-Los dos hemos sido igual de tontos.
¿Lo estaba escuchando bien? O únicamente estaba sacando las teorías que a mi me gustaría escuchar como hace todo el mundo en twitter.
-Tengo una cosa para ti, pero tienes que prometerme que me harás caso -me suplicaron sus verdosos ojos-
Toma -saco una carta de su bolsillo y me la tendió a la mano- es para ti, en caso de que mañana me vaya, ábrela y léela pero cuando estés sin cámaras. Si me llegase a quedar, ni se te ocurra abrirla, me la devuelves. ¿Trato?

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ANGEL
عشوائيShe is like an angel, she is a star 🌟 𝗔𝗥𝗘𝗔 𝗖𝗔𝗡𝗗𝗜𝗔𝗟 consigue su sueño desde que era pequeña: trabajar en la música; y que mejor sitio que en la academia de Operación Triunfo. Era una chica con las ideas muy claras, pero un cordobés se at...