XXII

14 2 0
                                        

Pov Director del consejo

Me tomo por lo menos seis meses poder idear un plan para ingresar al infierno sin levantar sospechas, todos los del consejo no aceptaban que me expusiera al peligro de hablar ante una abominación cómo lo era Lucifer.

Entendía porque lo decían, todos creían que él era el culpable de todo lo que pasó con los humanos y sabía que si decía lo contrario me juzgarian muy mal, ya que, hasta el mismo Dios había dicho que él chico era culpable.

Pero a pesar de todo logré conseguir que me proporcionen la llave de entrada, varios guardias iban conmigo para ayudarme a bajar y vigilar que nadie se acerque.

Amarre una cuerda a mí cintura y le pedí a los guardias que me bajen con cuidado ya que era una caída muy peligrosa.

Al llegar al suelo me dispuse a buscar a Lucifer, hace muchísima calor ahí abajo por la cantidad de volcanes que hay. Tal vez exageré un poco con el castigo.

Tras divagar un rato lo encontre dormido en lo que parecía ser un sillón, me acerque sigilosamente para no despertarlo. Se veía muy cansado, tenía ojeras y su piel mucho más pálida de lo que era, el hermoso ángel que todos conocían se estaba opacando.

Observando con más atención pude distinguir que tenía la barriga un poco abultada, eso me pareció extraño, por lo que sin pensarlo lo toque. Recibí un golpe en mí mano en automático, al parecer no estaba tan dormido.

Vi como cubrió con ambos brazos su panza y se enderezaba de a poco abriendo sus ojos adormilados. Cuando me vió se sorprendió.

--¿Qué hace usted aquí?-- pregunto con entre miedo y sorpresa

-- vine a hablar contigo-- dije sentándome en el suelo frente a su sillón, con cuidado de no quemarme

Enserio que exageramos con los malditos volcanes de fuego.

--¿hablar de que señor?-- pregunto asustado

-- bueno, antes que nada, quiero disculparme por cómo te trate el día del destierro, fue muy cruel de mí parte y lo siento-- dije avergonzado de mí actuar

-- descuidé, tubo sus razones para hacerlo, lo entiendo-- dijo bajito

-- No, no las tuve, porque tu eres inocente-- dije serio

-- disculpe, porque lo dice? Todos me dijeron que fue mí culpa-- Respondió triste con la voz cortada

-- La verdad es que no fue tu culpa, todo fue obra de Dios, me deje guiar por lo que mis ojos vieron que no deje que explicarás que fue lo que paso-- dije calmo

-- Dios no tubo la culpa, el no sería capaz de hacer algo así-- dijo seguro

-- créeme que yo pensaba lo mismo, pero no es así, el descuidó sus deberes y paso lo que pasó, pero él no tubo la decencia suficiente para asumir sus responsabilidades y por lo tanto te culpo a ti de sus problemas--

-- No, el no sería capaz, no me haría esto, no nos haría esto-- decía mientras caminaba de un lado a otro tratando de controlar sus lágrimas

-- se que es difícil de creer, pero es así, hizo lo que tubo al alcance para no perder su puesto-- quise ser cuidadoso, pero quería que supiera toda la verdad -- incluso no dudo en casarse cuando se lo pidieron-- tal vez no debí decir eso

--q-que?-- vi como sus ojos dejaron de soltar lágrimas

-- esa es la verdad, él está casado con una mujer ahora--

De la nada comenzó a reír a carcajadas, eso era muy extraño y escalofriante, su risa no paraba y era incluso cada vez más fuerte, no sabía que hacer. Siguió riendo un rato hasta que cayó de rodillas volviendo a llorar, pero está vez fue de una manera tan desgarradora que hacía temblar los huesos.

-- se casó-- dijo hipando-- nos dejó -- soltó una carcajada en medio de las lágrimas 

Más mí intriga no me dejaba estar callado

-- ¿A quién más te refieres con "nos dejó"? --

Me miró serio con sus lágrimas empapando sus mejillas, luego dirigió su vista a su barriga y con una sonrisa la acaricio

-- no sé cómo llamar a esta criatura que crece en mí interior, antes lo llamaba mí pedacito de amor, pero tal parece que nunca hubo amor, solo era yo el tonto creyendo que algún día alguien se fijaría en mí-- dijo con voz quebrada

Estaba muy sorprendido por la reciente información, apenas asimilaba que él y Dios tenían algún tipo de relación, pero un bebé, WOW eso si que no lo veía venir

-- eeh-- no sabía que decir -- podemos volver si tu quieres, no tienes nada que hacer aquí, eres inocente, el único culpable no se encuentra en este lugar-- él chico seguía en un trance

-- Está bien, déjame pensarlo, gracias por venir hasta aquí-- dijo con la voz como si estuviera en otro mundo

-- okey, vendré mañana para saber tu decisión-- no obtuve respuesta

Sin más que decir me pare y pedí a los guardias que tirarán la cuerda para poder salir, mañana sabría que es lo que pasaría.


Mañana


El Pecado De Dios -[En Emisión]-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora