Solo eran cuatro palabras y su futuro cambiaría para siempre...
El despertador no sonó o esa sería su escusa si llegaba tarde, eso o que su auto no quería encender (lo cual no sería una mentira porque pasó la semana pasada).
Stiles pasó casi toda la noche despierto y no por las razones que le gustaría. Se vistió lo más rápido que pudo y salió de su cuarto golpeándose el pie con el filo de la cama.
Bajó corriendo las escaleras, tropezando con varios libros de química e historia que dejó por el pasillo, resbalándose y rodando hasta terminar de espaldas en el suelo.
- Te dije que recogieras tus cosas - reprocha su padre preparando el desayuno.
- Lo sé - lentamente se puso de pie – ahora lo hago.
El golpe fue leve, sus costillas fueron las principales afectadas, pero nada grave, al menos nada que le dejara alguna marca.
Algo adolorido recogió sus; libros, hojas de cálculos, ovillos de hilos y marcadores de pizarra sin reprochar ni hacer comentarios sobre como era el "criado de la casa", acto que no pasó desapercibido por su padre quien no trae su uniforme de la policía, ya que es su día libre, el primero en mucho tiempo, va vestido de una manera informal dando vuelta a algunos hot cakes con su vieja amiga la espátula.
Noah examina a su hijo de pies a cabeza cuando este entra a la cocina abrazando todas sus cosas y sosteniendo marcadores con la boca.
- ¿Qué? - tira todo a la mesa teniendo cuidado de que su libro de historia no derrame el jugo de naranja.
- ¿Todo está bien, hijo? -
- Papá, ¿hablas en serio? acabo de caer por las escaleras –
- Sí y pensé que dirías "Estoy bien, papá, gracias por preocuparte por mi seguridad, talvez deberíamos hacer estas escaleras menos peligrosas o poner un elevador" o algo así, pero nada - a Stiles le toma por sorpresa lo bien que su padre imita su voz.
- Talvez, porque estaba ocupado levantándome del piso – señaló de forma frenética las gradas.
- No fue eso, hubieras reaccionado de otra forma.
- Solo tengo sueño -
- Hijo, tomas pastillas para dormir, claro que no es eso.
- Estoy cansado - reprocha.
- Hubieras reaccionado de forma diferente.
- ¿Con sarcasmo?
- Exacto
- Papá, solo no fui sarcástico una vez – levantó un dedo - no es para tanto.
- En tu caso lo es, además estás muy a la defensiva y no pasamos del desayuno, así que dime que pasa - terminó de servir la comida en la mesa, agregó platos de avena, apartando el desorden que Stiles acababa de dejar.
Padre e hijo se sostuvieron la mirada.
Stiles durante toda su vida a soportado innumerables amenazas y peligros que lo azotaron desde que su mejor amigo fue mordido por un hombre lobo, aventuras que está seguro que George Lucas podría convertir en una franquicia (nota para sí mismo, mandar un correo a su director de cine favorito contando su historia), pero algo que jamás ha podido combatir por completo es la mirada severa de su padre.
Una mirada que Stiles está seguro, su padre utiliza para interrogar a los criminales del pueblo.Al ser consciente de que, si continúan así, revelará todos sus secretos, incluso los que son vergonzosos para si mismo, decide que es mejor irse, porque no valla a ser que el tráfico de un pueblo lo deje atorado y lo prive de sus horas de estudio.
Toma algunos hot cakes de la mesa y una manzana con la boca.
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Nuestro Momento - Sterek
Teen FictionEl tiempo de espera a terminado, para Stiles, un chico con espíritu libre, y Derek, una persona que quiere descansar, unas simples palabras cambiarán sus vidas...